«Alguien desordena estas rosas», 🕯️ de Gabriel García Márquez | AUDIOLIBRO | cuento completo 🎙️



Dos niños salen a jugar una tarde. El niño trepa a una escalera en el establo, cae y fallece. 🕯️Su alma permanecerá siempre al …

«Alguien desordena estas rosas» es un cuento del reconocido escritor colombiano Gabriel García Márquez, conocido por su estilo surrealista y su capacidad para crear mundos mágicos y emotivos a través de sus palabras.

En esta historia, García Márquez nos sumerge en la vida de Micaela Luján, una mujer apasionada y enigmática cuya presencia parece desordenar las rosas que la rodean. A través de su mirada nostálgica y melancólica, nos adentramos en su historia de amor y desamor, de pasión y tragedia.

El cuento completo, disponible en formato de audiolibro, nos permite sumergirnos en la atmósfera única y cautivadora que solo García Márquez sabe crear. Con su estilo poético y evocador, el autor nos transporta a un mundo de emociones y sentimientos profundos, donde el amor y la pérdida se entrelazan de manera mágica y conmovedora.

«Alguien desordena estas rosas» es una obra que nos invita a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas y la impermanencia de la vida, a través de la mirada sensible y penetrante de uno de los maestros de la literatura latinoamericana. Un cuento que nos conmueve, nos sorprende y nos invita a soñar. Alguien desordene estas rosas de Gabriel García [Música] Márquez como es domingo y ha dejado de llover pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba rojas y blancas de las que ella cultiva para hacer altares y coronas la mañana estuvo entristecida por este invierno taciturno y sobrecogedor que me ha puesto a recordar

La colina donde la gente del pueblo abandona sus muertos es un sitio pelado sin árboles barrido apenas por las Migajas providenciales que regresan después de que el viento ha pasado ahora que dejó de llover y que el sol de mediodía debe haber endurecido el jabón de la cuesta podría llegar hasta el

Túmulo en cuyo fondo reposa mi cuerpo de niño ahora confundido desmenuzado entre Caracoles y raíces ella está prosternado frente a sus santos permanece abstraída Desde cuando dejé de moverme en la habitación después de haber fracasado en el primer intento de llegar hasta el altar para recoger las rosas más encendidas y

Frescas tal vez soy hubiera podido [Música] hacerlo pero la lamparita pestaño y ella recobrada del Éxtasis levantó la cabeza y miró hacia el rincón donde está la Silla debió pensar es otra vez el viento porque es verdad que algo crujió junto al altar y la habitación onduló un

Instante como si hubiera sido removido el nivel de los recuerdos estancados en ella Desde hace tanto tiempo entonces comprendí que debí dar una nueva ocasión para las rosas porque ella continuaba despierta mirando la silla y habría podido sentir junto a su rostro el rumor de mis manos ahora debo esperar a que ella

Abandone la habitación dentro de un momento y que vaya a la pieza vecina a dormir la siesta medida e invariable del domingo es posible que entonces pueda yo salir con las rosas para estar de regreso antes que ella vuelva a esta habitación y se quede mirando la Silla el domingo pasado fue más

Difícil tuve que esperar casi dos horas aquella cayera en el Éxtasis parecía intranquila preocupada como si le hubiera atormentado la certidumbre de que súbitamente su soledad en la casa se había vuelto menos intensa dio varias vueltas por el cuarto con el ramo de rosa antes de abandonarlo en el altar luego salió al

Pasadizo miró adentro y se dirigió a la pieza vecina Yo sabía que estaba buscando la lámpara y después cuando volvió a pasar frente a la puerta y la vi en la claridad del corredor con el saquito oscuro y las medias [Música] me pareció que era todavía igual a la

Niña que hace 40 años se inclinó sobre mi cama en este mismo cuarto y dijo ahora que le han puesto los palillos tiene los ojos abiertos y duros era igual como si no hubiera transcurrido el tiempo desde aquella remota tarde de agosto en que las mujeres la trajeron al

Cuarto y le mostraron El cadáver y le dijeron llora era como un hermano tuyo y ella se recostó contra la pared llorando obedeciendo todavía ensopada por la lluvia desde hace tres o cuatro domingos estoy tratando de llegar hasta las rosas pero ella ha permanecido vigilante Frente al altar vigilando rosas con una sobresaltada

Diligencia que no le había conocido en los 20 años que lleva de vivir en la casa el domingo pasado cuando salí a buscar la lámpara logré componer un ramo con las mejores rosas en ningún momento he estado más cerca de realizar mi deseo Pero cuando me disponía a regresar a la

Silla oí de nuevo las pisadas en el pasadizo ordené brevemente las rosas en el altar y entonces la vi aparecer en el vano de la puerta con la lámpara en alto tenía puesto el saquito oscuro y las medias rosadas Pero había en su rostro algo como la fosforescencia de una

Revelación no parecía entonces la mujer que desde hace 20 años cultiva rosas en el huerto sino la misma niña que en aquella tarde de agosto trajeron a la pieza vecina para que se cambiara de ropa y que regresaba ahora con una lámpara gorda y envejecida 40 años después mi sapatos tienen todavía la

Dura costra de barro que se les formó Aquella tarde a pesar de que permanecieron secándose durante 20 años junto al fogón apagado un día Fui a buscarlos Esto fue después de que clausurar las puertas descolgaron del dindel el pan y el ramo de sábila y se llevaron los muebles todos los

Muebles menos la Silla del Rincón que me ha servido para estar durante todo este tiempo yo sabía que los zapatos habían sido puestos a secar y que ni siquiera se acordaron de ellos cuando abandonaron la casa por eso Fui a [Música] buscarlos Ella volvió muchos años después había transcurrido tanto tiempo

Que el olor al mizcle del cuarto se había confundido con el olor del polvo con el seco y minúsculo tufo de los insectos yo estaba solo en la casa sentado en el rincón esperando y había aprendido a distinguir el rumor de la madera en descomposición el aleteó del aire volviéndose viejo en

Las alcobas cerradas entonces fue cuando ella vino se había parado en la puerta con una maleta en la mano un sombrero verde y el mismo saquito de algodón que no se ha quitado desde entonces era todavía una muchacha no había empezado a engordar ni los tobillos le abultan bajo las medias como [Música]

Ahora yo estaba cubierto de polvo y telaraña cuando ella abrió la puerta y en alguna parte de la habitación guardó silencio el grillo que había estado cantando durante 20 años pero a pesar de eso a pesar de La telaraña y el polvo del brusco arrepentimiento del

Grillo y de la nueva edad de la Recién llegada yo reconocí en ella a la niña que en aquella tormentosa tarde de agosto me acompañó a nidos en el establo así como estaba parada en la puerta con la maleta en la mano y el sombrero verde parecía como si de pronto fuera

Ponerse a gritar a decir lo mismo que dijo cuando me encontraron boca arriba entre la hierba del establo tod había aferrado al travesaño de la escalera rota cuando ella abrió la puerta por completo los goznes crujieron y el polvillo del techo se derrumbó a como si alguien se hubiera puesto a

Martillar en el caballete Entonces ella vaciló en el marco de Claridad introduciendo después medio cuerpo en la habitación y dijo con la voz de quien está llamando a una persona dormida niño niño y yo permanecí quieto en la silla rígido con los pies [Música] estirados creí que solo venía a ver el

Cuarto pero siguió viviendo en la casa airó la habitación y fue como si hubiera abierto la maleta y de ella hubiera salido su antiguo olor al miscle los otros se llevaron los muebles y la ropa en los baúles Ella solo se había llevado los olores del

Cuarto y 20 años después los trajo de nuevo los colocó en su lugar y reconstruyó el altarcito igual que [Música] antes su sola presencia bastó para restaurar lo que la implacable laboriosidad del tiempo había [Aplausos] destruido desde entonces come y duerme en la pieza de al lado pero se pasa los días en

Esta conversando en silencio con los santos durante la tarde se siente en el mecedor junto a la puerta y surce la ropa mientras atiende a quienes vienen a comprarle flores ella se mece siempre mientras hurce la ropa y cuando viene alguien por un ramo de rosas guarda la moneda en la esquina del

Pañuelo que se anuda la cintura y dice invariablemente coge las de la derecha que las de la izquierda son para los santos así he estado en el mecedor durante 20 años sucio sus cositas mirando hacia la Silla como si por ahora no cuidara del niño que compartió con ella las tardes de la

Infancia sino del Nieto inválido que está aquí sentado en el rincón Desde cuando la abuela tenía 5 [Música] años es posible que ahora cuando vuelva a bajar la cabeza pueda acercarme a las rosas si logro hacerlo iré hasta la colina las pondré sobre el túmulo y regresaré a mi

Silla a esperar el día en que ella no vuelva al cuarto y cen los ruidos en las piezas de al [Música] lado este día habrá una transformación en todo esto porque yo tendré que salir otra vez de la casa para avisarle a alguien de que la mujer de Las Rosas

La que vive sola en la casa arruinada está necesitando cuatro hombres que la conduzcan a la colina entonces quedaré definitivamente solo en el cuarto Pero en cambio ella estará satisfecha porque ese día sabrá que no era el viento invisible lo que todos los domingos lleg su altar y le desordena las [Música] rosas

[Música] an

libroteca san felipe

Volver Al Inicio

#Alguien #desordena #estas #rosas #Gabriel #García #Márquez #AUDIOLIBRO #cuento #completo

Scroll al inicio