«Era mercurio», de Elena Garro (Cuento completo) AUDIOLIBRO | Voz humana



A pocos días de su boda , Javier conoce a una chica y queda profundamente enamorado… ¿Será capaz de cancelar su …

«Era mercurio» es un cuento corto escrito por la reconocida escritora mexicana Elena Garro. El cuento, narrado en forma de monólogo, relata la historia de una mujer que se encuentra en una situación inusual: está en una habitación de un hospital, rodeada de medicamentos y tubos, con la sensación de que el tiempo se detiene.

La narradora nos habla de su vida, de su relación con un hombre al que llama Mercurio, y de cómo su amor se fue desgastando a lo largo del tiempo. A lo largo del relato, la protagonista revela sus sentimientos y pensamientos más íntimos, mientras reflexiona sobre la naturaleza efímera del amor y el paso del tiempo.

La voz humana que narra el cuento le aporta una profundidad emocional a la historia, permitiendo al oyente sumergirse en las reflexiones y sentimientos de la protagonista. La combinación del estilo narrativo de Elena Garro y la interpretación emocional del narrador hacen de este audiolibro una experiencia envolvente y conmovedora.

«Era mercurio» es un cuento que invita a la reflexión sobre el amor, el paso del tiempo y la naturaleza humana, y el audiolibro permite al oyente sumergirse en la mente y el corazón de la protagonista mientras comparte su historia. [Música] era Mercurio de Elena garro [Música] [Música] ahora estoy seguro de la primera vez que la vi es curioso fue como verla y no verla ese día estaba preocupado no en balde se toman decisiones para toda la vida Cuando esto ocurre no sabemos si fuimos nosotros los que decidimos

O si fue alguien quien decidió por nosotros [Música] [Aplausos] es una muchacha tan virtuosa me había dicho mi madre antes de salir de la casa sus palabras me molestaron oscurecía y las luces de Paseo de la Reforma se confundían con las luces del Atardecer el titular enorme de un diario

Que no se acepte su renuncia me hizo casi atropellar al mocoso vendedor de periódicos estos políticos intervienen hasta en el momento en que voy a hablar con don Ignacio [Música] me dije con ira al mismo tiempo que esquivaba el mocoso que me miró con ojos aterrados apenas salvado el obstáculo

Volví a escuchar las palabras pérfidas de mi madre [Música] no es tan bonita Pero es tan virtuosa mi madre sentó el énfasis de la frase en la palabra tan es inconfundible sus tannes ambiguos y enfáticos provocaron mi ira y mi distracción no la renuncia de Carlos Madrazo [Música] todos nos casamos algún día

Y Emma me adora me dije a la altura del caballito recordé como en el hockey Club en el cine en su casa siempre me miraba y me llevaba de la mano si alguna de sus amigas me sonreía Emma me apretaba la mano y luego en el coche me reía [Música]

Yo tengo mi dignidad a mí no me haces eso es una muchacha con mucha clase Tal vez fue esta ciudad la que me ató a ella Por qué diría mi madre que no era tan bonita me pregunté ya en la Avenida Madero rumbo al despacho de su padre

Nunca se me había ocurrido pensar que fuera tan virtuosa bueno uno no se casa con la más bonita sino con la que más lo quiere es una manera de caminar la vida con seguridad [Música] me había dicho Don Ignacio sin embargo me molestaba que mi madre la encontrara fea [Música] entré al edificio

Y Cuando tomé el elevador quise pensar en Emma Y ante mi asombro no pude recordar de ella absolutamente nada su voz su cuerpo su cara se habían borrado de mi memoria totalmente solo sentí sobre el casimir de mi traje el peso compacto de su cuerpo cuando me besa asombrado alcé los ojos

Y miré el tablero luminoso que Marca el número de los pisos un dos rojizo apareció para dar paso a un tres Igualmente rojizo [Música] fue en esos instantes cuando me llegó su perfume intenso y metálico bajé los ojos y Miré a mi izquierda Qué raro me había parecido que en el elevador

Solo íbamos el elevadorista y yo Ahora resulta que también iba ella mire su frente abombada sus cabellos casi plateados su nariz recta y sus ojos fijos en el tablero después miré el tablero ya Íbamos en el octavo piso la volví a mirar en donde había visto antes su traje

Plateado su cuello largo y su boca pensativa en el Museo Metropolitano de Nueva York me dijo ella sin volver la cabeza y Sin mover los labios en realidad no me lo dijo aunque no estoy muy seguro más bien pienso que yo mismo Lo recordé ella estaba de pie en las escalinatas de piedra

Escrutando el cielo blanco del cual caía una nube pulverizada y blanquísima que enriquecía sus cabellos de un Halo centellante y envolvía los muros y Los troncos negros de los árboles del Central Park es una mujer metálica me dije aquella vez contemplando su nariz helada y sus brazos cruzados

Su abrigo de pieles estaba constelado de escamas metálicas formadas por la nieve y toda ella relucía como una Laja cincelada en platino presidiendo el derrumbe de la nieve de pronto en el elevador pensé que era absurdo recordarla porque yo no había estado nunca en el Museo Metropolitano ni conocía tampoco Nueva York

Debe ser gringa y la debo haber visto por aquí me dije sonriendo conmigo mismo volví a mirarla ella seguía con los ojos fijos en el tablero muy seria su piel relucía como una camelina O más bien como un guante blanco ajustado una mano y a un brazo perfecto la oí reír

No no soy gringa me dijo o yo creí oír vi ahora que su traje no era de plata sino de gabardina Clara era el corte lo que lo hacía parecer plateado la miré desde los cabellos hasta los pies era tan alta como yo y su hombro rozaba el mío

Llevaba los cabellos cortos y sus tobillos eran muy finos le miré la boca no llevaba maquillaje Qué bonita pensé y me sentí muy desdichado una vena azul pálido subía por su cuello como un camino delicado y se perdía entre la oreja y los cabellos claros ya he visto ese camino

Me dije sintiendo que una delicia fría me soplaba en la nuca recordé el balcón era estrecho de piedra y ella estaba allí me acerqué por detrás para besar la vena azul de su nuca que se confundía con el cielo que entraba apenas por la rendija abierta de la Torre

Antes de que mis labios alcanzaran su piel ella se lanzó por el aire abajo estaban los pinos recamados de nieve y yo transcido como un viudo joven permanecí de pie llorando sin lágrimas mi desdicha que ahora en el elevador se volvió insoportable [Música] para no verla [Música]

Volví a mirar los números del tablero que ahora marchaban en 1715 no me alarmé en México se descompone todo el elevador iba tan deprisa como una flecha y en ese instante atravesaba el cielo igual a un cohete los números del tablero saltaron en desorden y luego se quedaron fijos en el número 14

[Música] el elevador se detuvo también yo me detuve me volví a mi compañera que imperturbable seguía viendo el tablero el 14 joven me dijo el elevadorista con voz impaciente su voz me expulsó del elevador me encontré en el pasillo de caucho encerado ya enseguida al otro elevador quería

Bajar y esperar para saber quién era la desconocida las puertas del elevador contiguo Se abrieron Perdóname Javier ya se iba no pude llegar antes me dijo una voz jovial que me arrastró por el corredor era don Ignacio entramos a su oficina de muebles de cuero rojo

En una esquina un un invadía con sus hojas aburridas el muro forrado de plástico grisáceo en los sillones dos hombres gordos agitaron el periódico que casi me había hecho atropellar al vendedor de diarios que escándalo están haciendo comen todo en Ignacio inmediatamente los tres hombres se enfrascaron en una

Charla animada de palabras gruesas de cuentas y de vacas habrá que felicitar discretamente a Pancho Dijo uno de ellos haciendo con los dedos la señal de los pesos su campaña fue magnífica no entiendo cómo ahora se le cuelan encabezados como este Dijo uno de ellos señalando las enormes letras

Que no se acepte su renuncia el hombre que hablaba era mi tío Ricardo y el otro era su socio Don Joaquín ambos habían andado en la política y sus fortunas eran incalculables Qué suerte tuvo Ricardo era tan listo para robar decía mi madre al hablar de su cuñado

No entiendo por qué en ese momento no reconocía ninguno de los dos Tal vez porque desde que avancé por el pasillo de caucho conducido por mi futuro suegro una enorme tristeza cayó sobre mis hombros acababa de perder algo precioso algo irrecuperable la conversación de Los tres amigos que

La víspera me hubiera hecho saltar de júbilo ahora me dejaba indiferente miré por los cristales del ventanal el alto azul del cielo cubierto de tinieblas Y hasta mí llegó una música que hacía girar las hojas de los árboles invisibles Madrazo nos quería llevar a los tiempos del trompudo las palabras altisonantes del despacho

Golpearon los cristales como goterones de engrudo eran palabras que oía desde mi infancia trompudo manada de indios me puso un cuatro con la mordida lo arreglé ahora los hombres repetían una y otra vez ese lenguaje obtuso No se preocupe Don Ignacio eso corre por mi cuenta me oí diciendo de repente

Don Ignacio pareció satisfecho ya no se hablaba de Madrazo ahora se hablaba de las cuentas de la boda se discutía meticulosamente adornos florales música bebidas recepción se hacía la lista de los invitados y los nombres de las gentes se revolvían con las marcas de los vinos cuando menos una copa de champaña

Opinó mi tío Ricardo un silencio acogió su proposición cuando menos una copa de champaña repitió varias veces eso corre por mi cuenta me oí diciendo otra vez los tres hombres prosiguieron sus cálculos yo miré el periódico y el titular que no se acepte su renuncia Y si yo renunciara a la boda

Habría la misma protesta me hundí en el sillón me faltaba valor en ese momento mis mayores me mezclaron con un pasado suyo que me resultó obsceno los burdeles desafiaron uno detrás del otro y los nombres de mujeres dolorosas a talco y especias de cocina me siguieron hasta el pasillo de caucho

Una vez en la cera me despedí de prisa [Música] emita se va mañana a San Antonio a comprarse su trozo no ponga esa cara va con su mamacita agregó Don Ignacio mirándome con malicia había olvidado a Emma y no me importaba lo más mínimo que fuera o no con su mamacita

Rehusé la invitación de Don Ignacio y lo vi alejarse con sus amigos iban a festejar mi boda y la renuncia de Madrazo la última palabra que les escuché fue el nombre conocido de una prostituta [Música] Caminé la Calle Madero y entré a Sanborns tomaría cualquier cosa y luego iré a un cine

No tenía ganas de estar al alcance del teléfono quería evitar a Emma Eme su nombre Pesado me dije mientras comía unas enchiladas Y a partir de ese instante mi única intención fue renunciar a la boda Pero cómo lograrlo había ido demasiado lejos pagué la cuenta [Música] cuando atravesaba el departamento de perfumería

Volví a ver a la joven del elevador llevaba un hermoso frasco de sales de baño nítido y traslucido como ella durante la proyección de la película estuve distraído el mundo no era tan aparente como parecía existía otro mundo imprevisto que era el revés del mundo en el que yo vivía

Y en el cual sucedía el amor la música la belleza me pareció que ese otro mundo era inalcanzable para mí carecía de la clave para penetrarlo me iba a casar y nunca había pensado en que el amor fuera otra cosa que lo que Emma me ofrecía qué me ofrecía

Una presencia terca y una fortuna [Música] a la salida del cine un viento helado soplaba en la Avenida Juárez todavía había papeleros vendiendo en grandes titulares la renuncia de Madrazo me pareció que el titular había envejecido mucho en pocas horas era mi renuncia a la que debería de aparecer en esas hojas grises

Esa noche dormí mal viaje a lugares desconocidos en donde circulaban muertos tristes desperté dispuesto a romper con Emma pero los días empezaron a pasar sin que yo diera un paso para lograr mis propósitos mi madre estaba satisfecha todos estaban satisfechos y yo me dejaba llevar por los acontecimientos

Que se precipitaban con una velocidad peligrosa Emma volvió de San Antonio y sus miradas significativas al enseñarme su equipo me desagradaron Cómo decirle mi decisión de renunciar a la boda mientras buscaba la ocasión el mundo exterior continuaba su ritmo acostumbrado salvo que las cosas de pronto tomaban sesgos inesperados

Una mañana en el cielo del Zócalo se abrió un hermoso túnel por el que desfilaron figuras luminosas e imprevistas que en unos segundos se convirtieron en columnas de azogue después al salir del departamento central me crucé con la joven del elevador se me había vuelto costumbre encontrarla la veía por todas partes

En el Paseo de la Reforma en una calle solitaria de las Lomas en las canchas de tenis jugando con una precisión asombrosa mientras yo perdía la pelota por seguir su juego matemático quién era su silueta plateada se me había hecho familiar y si no hubiera estado tan agobiado por

La proximidad de mi boda la hubiera abordado aunque ella no parecía dispuesta a permitir ningún acercamiento ninguna familiaridad estaba seguro de que la desconocida no me había mirado nunca a pesar de que siempre me dirigí a la palabra y me recordaba sucesos remotos y dolorosos cuando la crucé en el departamento central

Tomé la decisión de romper esa misma tarde con Emma Madrazo es un tipo extraordinario afirmé en el salón de Don Ignacio envidiando su gesto libre y sintiendo mi humillado por mi cobardía Don Ignacio me miró con cautela las paredes color de rosa permanecieron idénticas a sí mismas y Emma Se movió inquieta

Cruzó la pierna y enseñó liguero negro extraordinario preguntó Don Ignacio con sorna nadie se atreve a renunciar a nada [Música] afirme yo desfallecido de pánico mis palabras no obtuvieron respuesta la familia de Don Ignacio me miró en silencio era difícil para mí explicar que la famosa renuncia había quedado ligada con

Mi ignominiosa aceptación y que misteriosamente me venía el pensamiento una y otra vez [Música] Por qué no dije en ese momento que admiraba al político que había cometido un acto que yo era incapaz de realizar me despedí confuso y en dos días no volví a la casa de la calle Montes cárpatos [Música]

Por la noche me habitación se llenó de acordes de pianos y en el cielo se borraron los reflejos esa noche la muerte reciente de un amigo me pareció comprensible tampoco él había aceptado el fracaso qué fracaso no lo sabía la volví a encontrar en la cafetería del cine París

En esos días Yo iba mucho al cine era una manera de escapar a Emma y a las continuas citas con ella que se habían vuelto tan aburridas como las citas de negocios esquivaba besarla Y a ella no parecía importarle gran cosa te tengo para siempre me decía sin decirme nada

Asombrado miraba su boca engrasada de un carmín aladrillado sería verdad en el cine sucedían cosas que a mí no me sucedían jamás por eso me refugiaba en sus alas oscuras Cuando la vi bebía una ice cream de vainilla su traje era del color del helado no tenía mangas sino dos volantes casi geométricos

Que más bien parecían alas pequeñas y erguidas ocupe una mesa cercana a la suya y su perfume metálico llegó hasta mi lugar no me miró se inclinó y mordisqueó la pajuela después sorbió el líquido al lado sin cambiar de expresión se levantó y salió del café la alcancé bajo la marquesina

Señorita puedo acompañarla Ella miró el gas Neón que venía de los cristales de la marquesina Por qué no me dijo aunque no sé si oí su voz o me la imaginé la conduje a mi coche y se instaló junto a mí no me miraba nunca estaba ocupada en mirar hacia el cielo a

Través del parabrisas sin palabras hasta una callecita oscura de Coyoacán mientras manejaba le miré las piernas cruzadas no llevaba medias y su piel Lucía como la plata parecía no tener Frío ni ocupar espacio [Música] estacioné el automóvil frente a una casa blanca y me volví a la desconocida que permanecía impávida

La tomé en brazos y la sentí fría y líquida como si abrazara un río su boca fresquísima apareció entrar en la mía disolverse y deshacerme con una sensación desconocida abrió los ojos y se escapó de mis brazos la vi de pie en medio de la noche y la seguí [Música]

Avanzó con la rapidez de una serpiente hasta la puerta de entrada [Música] y le empujó hacia todo sin ruido y como si no encontrara resistencia en los objetos [Música] entre tras ella y me encontré en un vestíbulo pequeño del que partía una escalera blanca y lechosa que conducía al sótano

La joven se quitó los zapatos y bajó los escalones con presteza yo fui tras ella admirando sus talones parecidos a la concha nácar y sus tobillos casi líquidos llegamos frente a una puerta pequeña que ella abrió sin ruido y me hizo entrar en una habitación en donde había una cama de barrotes de

Madera oscura y un tapiz de pieles blancas la colcha las fundas de los almohadones las cortinas y las porcelanas eran profundamente frías y blancas se recargó sobre la Puerta cerrada y miró al techo con sus ojos clarísimos después muy despacio se bajó los tirantes del traje que

Formaban las alas que parecían hacer de sus hombros y descubrió su cuerpo desnudo en el que brillaban sus pechos como dos pequeños cúmulos de nieve quise acercarme pero Noté que ella continuaba descendiendo su traje que cayó a sus pies quedó desnuda iluminando la habitación como una estrella radiante

Y mirando con sus ojos de estatua el techo bajísimo de su habitación di unos pasos y con la punta de los dedos acaricia el contorno del cuerpo misterioso ella sin mirarme avanzó hasta la cama y se recostó sobre la colcha blanquísima Tú no crees en la belleza quizás imaginé que me decía

Mientras su cuerpo alargado y desnudo parecía convertirse en un río luminoso por una ventana alta cubierta de una cortina de muselina Blanca entraba apenas el resplandor de las estrellas el cuarto era subterráneo y el cuerpo tendido junto a mí era de plata no era de este mundo

Estar con ella fue como entrar en la Beta luminosa de una mina secreta en donde los tesoros ocultos reaparecen en formas cada vez más preciosas por instantes tenía la sensación de no estar con nadie aunque los placeres más inesperados me rodeaban el cuerpo se escurría de entre mis brazos y reaparecía allí mismo

Cada vez más brillante cada vez más translúcido yo repetía te amo te amo pero las palabras no significaban lo que sentía por ella no me verás mañana verdad hice la tontería de jurarle que la vería todos los minutos de todos los días no contestó se enderezó en la cama como una hermosa Fuente

Y señaló la luz que se filtraba por la ventanita pegada al techo de su cuarto después saltó de la cama y se encaramó en un banquito que estaba abajo de la ventana alzó los visillos blancos y miro abstraída las hierbas verdes que crecían en el suelo del jardín que empezaban donde los cristales

Empezaban estábamos bajo tierra arriba los verdes eran tiernos detrás de los cristales [Música] son las 6 de la mañana dijo aspirando la frescura de las hierbas algo feroz me empujó de la cama me vestí de prisa y ya vestido Me acerqué a la joven que de pie en el taburete me miraba

Abracé sus rodillas cristalinas y me fui a la noche vengo dije mirandola desde la puerta asombrosamente perfecta asombrosamente impúdica me recibieron los olores conocidos de mi casa y la voz de mi madre que en ese momento Estaba desayunando sobre un sillón de su cuarto estaba un traje de terciopelo azul pavo aterrado

Recordé que ese día me casaba Pillo cómo estuvo la despedida de soltero [Música] a partir de ese instante el teléfono llamó sin cesar siempre era neme y Don Ignacio querían cronometrar el tiempo y la salida para llegar juntos a San Jacinto [Música] el atrio y las naves de la iglesia

Estaban atestadas de plumas y de faldas de raso la boda olía perfumes e incienso y junto a mí cubierta de una maraña de velos opacos Emma parecía muy satisfecha mientras el padre profería amenazas esta noche la iré a ver me repetía una y otra vez mientras su cuerpo desnudo se paseaba el

Líquido entre los altares en la sacristía se acercó a mí me besó en la boca Mientras todos me daban la mano en señal de duelo la vi desaparecer entre los invitados como una delgada columna de azogue en Acapulco no he visto absolutamente nada Emma me cubre como una espesa capa de tierra

Inconmovible a cualquier milagro sé que no voy a recuperarla es el castigo por haber renunciado a la belleza nunca más hallaré la preciosa veta porque ahora sé que ella era Mercurio [Música] [Música] [Música]

libroteca la plata

Volver Al Inicio

#Era #mercurio #Elena #Garro #Cuento #completo #AUDIOLIBRO #Voz #humana

Scroll al inicio
home maids in chennai alexporn.mobi kannada girls sex سكس ابن ينيك امه pornucho.com افلام بورنو رومانسية half naked girl zambibo.mobi kannda sex photos bp.sex cumporn.info mp4movirz teacher and student xvideo ganstavideos.info indian hot teen pussy
harlock hentai hentaicraft.net hentai fre delhi sexy bf gekso.info 3gp hd king com desi aunty porn videos xbeegtube.mobi www sex indan video com fight xnxx fistingporntrends.com arjun r meda افلام اجنبي جنسي oldyoungtube.org فلم نيك مصري
anal escorts porno-trash.net xvideos download طياز الممثلات pornblogplus.com سكسك متحرك horny lilly .com assoass.mobi indiansex university سكس شراميط مصر sosiano.com نيك حماتة marathisexyvideo qporn.mobi shakeela blue video