La tormenta de nieve de León Tolstoi. Cuento completo. Audiolibro con voz humana real.



Una impresionante tempestad de nieve y los personajes que se ven envueltos en un viaje en mitad de la misma es el arranque …

Descripción Sobre La tormenta de nieve de León Tolstoi. Cuento completo. Audiolibro con voz humana real. La tormenta de nieve representa uno de los primeros pasos de León tolstoy en su carrera literaria donde se embarca en un viaje hacia el terreno mágico de la escritura lo hace con la Clara intención de presentar la realidad tal como es uniéndose a un grupo de escritores que estaban revolucionando las tendencias

Literarias que habían perdurado hasta entonces lo que más tarde se denominaría movimiento o literatura realista tolstoy utiliza su experiencia o más bien sus vivencias en los campos de batalla durante la Guerra de crimea como base para este texto eligiendo describir la grandiosidad de la naturaleza como manifestación de su fuerza vigor y poder

A través de una impresionante tormenta de nieve y basándose en un viaje real que emprendió dos años antes este relato transmite la ansiedad que enfrentan Quienes se encuentran en situaciones extremas donde la magnitud del fenómeno transforma el paisaje en un entorno salvaje sin margen para muchas expectativas el silvido del viento

Anuncia la calamidad mientras las campanillas del trineo representan el sonido de la esperanza la tormenta de nieve un cuento de León tolstoy yo soy la voz que te cuenta capítulo 1 pasadas las 6 de la tarde tras haber bebido té hasta la saciedad salí de una estación que no recuerdo ahora cómo se

Llamaba pero s recuerdo que no estaba lejos de novocherkask en tierras de los cosacos del Don ya había oscurecido cuando cubriéndole amente bajo y negro Si se comparaba con la inmaculada llanura Nevada que se extendía frente a nosotros apenas habíamos dejado atrás las oscuras siluetas de los molinos uno

De ellos movía torpemente sus enormes aspas y la asanza cuando me di cuenta de que el camino se volvía más difícil había más nieve acumulada el viento me golpeaba con mayor fuerza por el lado izquierdo hacía ondear las colas y las grines de los caballos de ese lado y

Tozudo hacía revolotear la nieve que levantaban los patines del trineo y las pezuñas de los caballos la campanita Se oía cada vez menos un hilo de aire helado se coló por la minúscula abertura en una de las mangas de mi abrigo recorriéndome la espalda y en ese

Momento recordé que el maestro de postas me había aconsejado no viajar porque corría el riesgo de herrar la noche entera y acabar congelado por el camino no iremos a extraviarnos verdad le pregunté al cochero pero al ver que no me respondía formulé la pregunta con más claridad qué llegaremos a la estación

Cochero no nos perderemos Dios dirá me respondió sin volver la cabeza mira que está haciendo el viento con la nieve ya no se vislumbra ni y el camino Dios Todopoderoso sería mejor que me dijeras si crees que podrás depositarme sano y salvo en la siguiente estación de postas o no continué preguntando llegaremos

Deberíamos llegar dijo el cochero y siguió balbuciendo alguna cosa que yo ya no logré oír a causa del viento no tenía ningunas ganas de volver pero la perspectiva de pasar la noche entera errando en el frío y la en medio de una estepa absolutamente desnuda como es esa parte de las tierras

De los cosacos del Don me parecía muy poco atractiva además Pese a que en la oscuridad no podía verlo demasiado bien mi cochero no sé por qué ni me despertaba simpatía ni me inspiraba confianza se había sentado justo en el centro del pescante y con las piernas

Recogidas en vez de dejarlas Colgando en el extremo tenía una estatura excesiva una voz perezosa una gorra que no parecía de cochero era demasiado grande y le resbalaba ya de un lado o ya del otro y además azuzaba Los caballos no como hay que azuzar losos sino sosteniendo las riendas con ambas manos

Como lo hubiera hecho un lacayo de haberse sentado en el pescante en lugar del cochero y lo principal algo me impedía tenerle confianza porque las orejas cubiertas por un pañuelo en una palabra aquella espalda seria y encorvada que tenía yo permanentemente enfrente ni me gustaba ni me prometía

Nada bueno Yo creo que lo mejor sería volver me dijo alioska con este tiempo no tiene gracia andar dando vueltas Dios poderoso qué venda mal Ya no veo ni el camino no puedo ya ni abrir los ojos Dios Todopoderoso gruñó el cochero no habíamos viajado ni un cuarto de hora

Cuando mi cochero frenando a los caballos Le entregó las riendas a alioska torpemente libró las piernas del asiento y haciendo crujir la nieve bajo sus grandes botas fue a buscar el camino qué pasa A dónde vas nos hemos extraviado pregunté pero el cochero no me respondió y volviendo la cara para

Protegerse del viento que le azotaba los ojos se alejó del trineo y bien lo has encontrado pregunté de nuevo Cuando regresó nada de nada me dijo de pronto con enojo e impaciencia como si yo fuera el culpable de que él se hubiese desviado del camino y nuevamente sin apresurarse metió sus

Largas piernas en la parte delantera del trineo y se puso a desenredar las riendas con sus gruesas manoplas escarchadas Y qué vamos a hacer pregunté cuando de nuevo nos pusimos en marcha y qué podemos hacer seguir a donde Dios nos lleve y continuamos con ese mismo trote lento ya evidentemente campo a

Través a veces sobre una nieve profunda y porosa y a veces sobre un hielo puro y quebradizo Pese a que hacía frío la nieve que se acumulaba en el cuello del abrigo se derretía con una rapidez asombrosa el ventarrón no hacía sino intensificarse y de arriba comenzaba a caer una

Nievecita estaba Claro que nos dirigíamos sabe Dios A dónde porque un cuarto de hora después aún no habíamos visto un solo poste que indicara las verstas tú qué crees le pregunté de nuevo al cochero llegaremos a la estación A cuál si es a la que dejamos atrás doy rienda suelta a los caballos

Si puede que ellos hallen el camino si es a la que que sigue lo dudo la cosa acabará mal pues atrás dije no hay que darle más vueltas o sea atrás preguntó el cochero Sí sí atrás el cochero soltó las riendas los caballos trotaron más ligero y aunque yo

No me di cuenta de que hubiésemos girado el viento cambió y pronto a través de la nieve se adivinaron los molinos el cochero se animó y se puso a conversar una vez me pilló una tremenda ventolera volviendo de esa misma estación dijo y tuve que pasar la noche en unos montones

De paja y al final logramos llegar cuando ya había amanecido Y gracias que nos guarne en la paja si no nos habríamos helado todos hacía frío con todo a uno se le congelaron los pies y estuvo tres semanas que se moría pero ahora no hace frío y parece que la nieve

Se mado dije se podría hacer el viaje no hace frío no no demasiado Pero hace mucho viento ahora estamos yendo de regreso y la cosa parece menos ruda pero está soplando recio Yo podría hacer el viaje si llevar a correo o así por mi propia voluntad pero poca broma Si Se me

Congela un pasajero cómo voy a responder por su Merced capítulo do en ese momento a nuestras espaldas Se oyeron las campanillas de varias troas que rápidamente nos alcanzaron es la campana de la del correo dijo mi cochero solo ayun así en toda la estación y era

Cierto el sonido de la campanilla de la troica delantera que nos llegaba con toda Claridad a través del viento era extraordinariamente bello puro sonoro grave y un poco trémulo según me enteré después era costumbre entre los cazadores llevar tres campanillas una grande en el centro con un sonido

Melodioso Por decirlo así y dos pequeñitas que sonaban en terceras el sonido de esa Tercera y de la quinta tintineante que resonaba en el aire Era realmente asombroso y bello en esa estepa desierta y perdida el correo va volando dijo mi cochero cuando la primera de las tres troikas se emparejó

Con nosotros cómo está el camino se puede pasar le gritó al último de los cocheros Pero aquel siguió dando voces a sus caballos y no le respondió el sonido de las campanillas se perdió en el viento en cuanto el correo nos dejó atrás mi cochero debió de sentirse

Avergonzado Vamos pues señorito me dijo esas gentes acaban de pasar sus huellas están todavía frescas accedí volvimos a girar y de nuevo quedamos de cara al viento y emprendimos la marcha sobre la nieve profunda yo miraba a un lado para no perder las huellas que habían dejado los

Trineos a lo largo de dos verstas se distinguieron sin mayor problema después solo se podía ver un sutil desnivel bajo los patines del trineo y al cabo de muy poco ya era imposible saber si lo que veíamos era el rastro o una capa de nieve acumulada por el viento

Tenía los ojos embotados de tanto seguir el monótono correr de la nieve bajo los patines y me puse a mirar hacia delante todavía vimos el poste que indicaba la tercera versta pero ya no pudimos encontrar el cuarto como antes Íbamos en contra del viento pero también a favor

Del viento íbamos a la derecha pero también a la izquierda y finalmente llegamos a un punto en que el cochero aseguraba que nos habíamos desviado a la derecha Yo opinaba que a la izquierda y alioska afirmaba que estábamos volviendo sobre nuestros propios pasos nos detuvimos en varias ocasiones el cochero

Hacía salir sus largas piernas del trineo y se daba a la tarea de Buscar el camino siempre en vano también yo me apee del trineo una vez sería el camino lo que creía haber visto pero no me había alejado haciendo un gran esfuerzo ni seis pasos en contra del viento

Cuando me convencí de que por todos lados había las mismas blancas capas de nieve todas iguales y que el camino no lo había visto más que en mi imaginación cuando dejé de ver el trineo grité cochero alioska pero sentí que el viento me arrebataba la voz de la boca y en menos

De un instante se la llevaba muy lejos de mí me dirigí al lugar donde había estado el trineo pero no había ningún trineo Caminé luego hacia la derecha tampoco me avergüenza recordar Con qué voz tan fuerte y tan penetrante Incluso un poco desesperada volví a gritar cochero cuando este estaba solo dos

Pasos su negra figura con el látigo y la gorra totalmente ladeada de pronto se irguió frente a mí me dujo hasta el trineo Menos mal que no hace frío dijo si nos pesca la helada qué desgracia Dios Todopoderoso suelta las riendas que los caballos nos lleven de regreso dije

En cuanto me senté en el trineo hallarán el camino verdad cochero tendrían qué soltó las riendas dio tres latigazos en la grupa al caballo central y de nuevo nos pusimos en marcha sin saber muy bien A dónde íbamos así anduvimos una media hora de pronto frente a nosotros volvió

A oírse la campanilla de los cazadores que ya me era conocida y dos más pero en esta ocasión venían a nuestro encuentro eran las mismas tres troas que ya habían depositado el correo y que con caballos de relevo atados atrás regresaban a la estación La troica de correos la de los

Caballos más grandes con la campanilla de cazadores avanzaba a toda velocidad en el pescante iba un cochero que de repente gritaba animado atrás en el centro de los trineos vacíos iban dos cocheros y su alegre y viva cháchara llegaba hasta nosotros uno de ellos fumaba una pipa y una chispa que se

Encendió con el viento iluminó parte de su rostro al mirarlos sentí vergüenza de haber tenido miedo de viajar y es probable que mi cochero sintiera lo mismo porque ambos dijimos al unísono sigámoslos capítulo 3 no había terminado de pasar la tercera troica cuando mi cochero comenzó a girar

Torpemente y con las varas chocó contra los caballos que iban atados los tres caballos de una de las troas dieron un salto arrancando las riendas y partieron a lópe eh bizco es que no ve lo que hace se echa encima de la gente se puso a insultar con una voz

Ronca y temblorosa un cochero de baja estatura un viejo según pude concluir por la voz y la complexión que iba sentado en la última troica se apó presuroso del trineo y corrió en Pos de los caballos sin dejar de injuriar cruel y vulgarmente a mi cochero pero los

Caballos no se entregaban el cochero corrió tras ellos y en menos de un minuto tanto los caballos como el cochero desaparecieron entre la blanca Niebla de la ventisca vasili trae al vallo así no vas a pescarlos volvió a oírse su voz uno de los cocheros un hombre extremadamente

Alto se bajó del trineo desengancho su troica en silencio Se apoyó en la retranca montó uno de los caballos y con un crujido de la nieve desapareció galopando desordenadamente en esa misma dirección nosotros junto con las otras dos troikas seguíamos a la de correos que haciendo repiquetear su campanilla

Corría a trote ligero hacia delante y así campo a través Seguimos avanzando Cómo no ahora mismo los atrapa dijo mi cochero refiriéndose al que había ido a capturar a los caballos Si no acudieron al oír a los otros caballos es que ha de haber alguno desbocado que se los

Llevará sabe Dios A dónde Ojalá no se pierdan desde el momento en que mi cochero iba siguiendo a los otros parecía más animado y más conversador y como yo aún no tenía sueño naturalmente aproveché la oportunidad me puse a preguntarle el qué y el Cómo y pronto me

Enteré de que era paisano mío de la provincia de Tula un siervo de la aldea kirpich Noe donde habían quedado muy pocas tierras y que esas pocas tierras desde el cólera ya no producían trigo que ahora solo quedaban dos hermanos en la familia porque el tercero se había

Alistado en el ejército que el trigo que tenía no les llegaría hasta navidad y que vivían de algún que otro trabajo ocasional que el hermano menor estaba al frente de la casa porque estaba casado y que que él era viudo que de su aldea cada año salían para acá varios grupos

De cocheros y que aunque él no había venido a trabajar de cochero sino en el correo para que su hermano tuviera un apoyo Pues que vivía aquí a Dios gracias con un salario de 120 rublos al año de los cuales enviaba 100 a la familia y que podría vivir bien pero los correos

Aquí son muy salvajes y a la gente le gusta mucho injuriar A ver dígame por qué me insultó ese cochero Dios Todopoderoso Acaso le arranqué los caballos a propósito Acaso soy malo con alguien y para qué salió a perseguirlos habrían vuelto solos lo único que va a conseguir es agotarlos pobres caballos y

Él acabará mal repetía aquel hombrecillo temeroso de Dios Qué es eso que negrea all a lo lejos pregunté al advertir algunos puntos negros delante de nosotros un convoy así da gusto viajar continuó cuando nos emparejamos con aquellos enormes carros que uno detrás del otro y cubiertos con arpilleras se desplazaban sobre ruedas

Mire no se ve ni un alma todos están durmiendo el caballo más inteligente sabe ni por asomo logra no desviarlo del camino también me ha tocado viajar así en fila añadió sé lo que se siente en realidad resultaba extraño ver aquellos enormes carros tapizados de nieve desde las arpilleras hasta las ruedas

Moviéndose por sí solos solo en el carro de delante que tenía dos dedos de nieve encima se levantó mínimamente la arpillera cuando nuestras campanillas tintinear junto al convoy y una gorra asomó Por espacio de un instante un caballo Pío grande con el cuello estirado y el lomo en tensión pisaba de

Manera pasada el camino emblanquecido mientras balanceaba con monotonía su peluda cabeza debajo del Arco también blanco y en el momento en que nos emparejamos a él enderezó una de sus orejas cubierta de nieve tras media hora más de viaje en silencio el cochero se dirigió de nuevo a mí Usted qué cree

Señorito vamos bien no sé respondí antes se sentía mucho el viento pero ya no lo llevamos en contra no yo creo que no vamos en la buena dirección Andamos perdidos concluyó con una tranquilidad pasmosa se veía que pese a ser cobarde En compañía hasta la muerte es dulce

Dice el refrán se había tranquilizado a partir del momento en que ya éramos muchos y él no estaba obligado a ser ni el guía ni el responsable con extraordinaria sangre fría hacía observaciones sobre los errores del cochero que iba de delante como si aquello no tuviera nada que ver

Con él lo cierto Es que advertí que en ocasiones la troica que iba a la cabeza se ponía de perfil a mi izquierda y otras a mi derecha incluso llegó a parecerme que estábamos dando vueltas en un espacio bastante reducido por lo demás podía tratarse de un mero Espejismo igual que a veces

Tenía yo la impresión de que la troica que iba delante escalaba una montaña o se deslizaba pendiente abajo cuando la estepa era llana por doquier tras un rato más de viaje vi a lo lejos según me pareció entonces en el Horizonte una larga franja negra que se movía pero al

Cabo de un minuto quedó claro que se trataba del mismo convoy que habíamos dejado atrás igual que antes la nieve cubría las ruedas que chirriaba algunas de las cuales ya ni siquiera se movían igual que antes la gente dormía sobre las arpilleras y también igual que antes

El caballo Pío hinchando las venas de la nariz olfateaba el camino y ponía las orejas en guardia Mira por dónde vueltas y más vueltas otra vez hemos caído sobre el mismo convoy dijo mi cochero en tono descontento los caballos de correo son buenos en vano los fustiga en cambio los

Nuestros acabarán por plantarse si seguimos así toda la noche Se la garganta regresemos señorito mejor no tentar al destino para qué ya llegaremos algún sitio a qué sitio pasaremos la noche en la estepa mire Qué ventarrón Dios Todopoderoso Aunque me sorprendía que el cochero de la primera troica que era

Evidente había perdido el camino y el rumbo ya no buscara el sendero y continuara con un trote ligero acompañándose con Alegres voces yo ya no quería quedarme a la zaga síguelos dije el cochero obedeció pero arreba a los caballos con menos ímpetu que antes y no volvió a conversar conmigo capítulo

4atro La tempestad era cada vez más fuerte y la nieve caía seca y menuda tuve la sensación de que comenzaba bailar acusaba mucho más el frío en la nariz y en las mejillas con mayor frecuencia sentía correr por debajo de mi grueso abrigo de piel una corriente

De aire helado y tenía la necesidad de arroparme de cuando en cuando el trineo chocaba ligeramente contra una dura capa de hielo de la que el viento había barrido la nieve Llevaba recorridas más de 500 verstas sin haber hecho noche en ningún sitio de modo que aunque me

Interesaba vivamente la manera en que saldríamos de aquel atolladero los ojos se me cerraban y cabeceaba en una ocasión al abrir los ojos me sorprendió lo que en un primer momento me pareció una luz brillante que iluminaba la blanca llanura el Horizonte se ensanchó notablemente el cielo negro y bajo de

Pronto desapareció alrededor solo se veían las blancas rayas oblicuas de la nieve que caía las ilotas de las troikas que iban delante se distinguían con mayor Claridad y cuando levanté la vista al cielo tuve la impresión de que las nubes se habían disipado y que solo la nieve que caía ocultaba la bóveda

Celeste mientras estuve dormitando había salido la luna y proyectaba su luz fría y brillante a través de las nubes poco tupidas y de la nieve que caía lo que veía con Claridad era mi trineo los caballos al cochero y las tres troikas que iban delante de nosotros la

Primera la de Correos en cuyo pescante seguía sentado un cochero que azuzaba a los caballos para que fueran a trote ligero la segunda en la que tras haber soltado las riendas y haber hecho de sus zamarras un AB brigader viajaban dos personas fumando constantemente una pipa lo que podía deducirse por las

Frecuentes chispas que Salt de allí y la tercera en la que no se veía nadie y donde probablemente el cochero se había acomodado en el centro y dormía el que iba la cabeza sin embargo y así lo via Al despertar de vez en cuando detenía a

Los caballos y bajaba a buscar el camino en esos momentos mientras no estábamos en movimiento Se oía con mucha mayor fuerza el rugido del viento y se veía la sombrosa cantidad de nieve que revoloteaba por por el aire yo alcanzaba a distinguir a la luz de la luna velada

Por la tormenta la figura poco alta del cochero que con el látigo en la mano tantea la nieve que tenía enfrente iba de un lado a otro en la luminosa neblina luego volvía de nuevo al trineo de un salto se introducía en el pescante Y de nuevo Se oía en medio del monótono

Silvido del viento su hábil y sonoro grito y el tintineo de las campanillas cuando el cochero que iba al frente saltaba del trineo intentando localizar indicios del camino o algún almear siempre se dejaba huir desde el segundo trineo la voz animada y segura de uno de

Los cocheros que le gritaba iñas Oye nos hemos desviado mucho a la izquierda hay que tirar más a la derecha Hay que seguir al viento Oh pero qué estás haciendo hay que ir con la nieve guíate por la nieve eso te sacará Oh a la derecha ve más a la derecha

Hermano Mira para allá parece que algo negrea cons suertes un poste o por qué te equivocas Pero por qué desengancha el pío y déjalo que corra él te sacará el camino es lo mejor quien daba los consejos no solo no desengancha el de refuerzo ni caminaba por la nieve

Buscando el camino ni siquiera sacaba la nariz de su zamarra y cuando ñ asca el de delante a uno de sus consejos respondió con voz áspera que se pusiera él en la delantera si también sabía dónde había que ir el consejero respondió que de haber sido él quien

Llevara los caballos de correos sin duda se habría puesto delante y habría dado con el camino pero nuestros caballos no querrán ir contra el viento gritó de regreso no son ese tipo de caballos pues entonces mal alborotes respondió iasca silvando jovial a los caballos el otro

Cochero el que iba sentado en el mismo trineo que el consejero no le decía nada a ñasa y en general no se inmiscuida en el asunto Pese a que aún no dormía de lo que me percaté por su pipa perennemente encendida y también porque cuando nos detenían y yo podía oír el sonido

Acompasado e incesante de su voz estaba contando un cuento solo en una ocasión cuando ñasa se detuvo por sexta o séptima vez sintiéndose seguramente contrariado porque se interrumpiera con tanta frecuencia el placer del viaje también le gritó qué ha pasado otra vez Mira por donde ahora quiere encontrar el

Camino advirtieron de la tormenta en este momento ni un agrimensor sería capaz de dar con él mientras los caballos anden Hay que seguir con un poco de suerte no acabaremos congelados vamos no acabaremos yo creo que el año pasado un cartero murió congelado intervino mi cochero el cochero de la

Tercera troica no despertó en ningún momento y en una ocasión durante una de las pausas el consejero le gritó Philip eh Philip y al no recibir respuesta comentó no se habrá congelado a ver iñas averigua qué pasa iñas que siempre encontraba tiempo para todo se acercó al

Trineo y comenzó a zarandear a dormido se debe de haber pimpl una botella Oye si te has congelado dilo de una vez decía al sacudirlo el durmiente soltó un bramido y se puso a repartir insultos está vivo hermanos dijo ñasa y echó a correr hacia delante y de nuevo

Estábamos en movimiento y tan rápido que el pequeño caballo vallo que iba de refuerzo en mi Troika constantemente fustigado en la cola dio más de un saltito con un galope [Música] desmañado capítulo cco ya era creo cerca de la medianoche cuando el viejecillo y basili tras haber

Dado alcance a los caballos que habían escapado volvieron habían recuperado los caballos y luego nos habían encontrado y alcanzado a nosotros pero cómo lo lograron en medio de aquella oscura y cerrada tormenta en plena estepa desnuda es algo que siempre será un misterio para mí el viejecillo agitando los codos

Y las piernas cabalgaba al trote sobre el caballo central los otros dos estaban atados a la collera cuando hay tormenta no se puede dejar sueltos a los caballos emparejándose con nosotros de nuevo se puso a insultar a mi cochero vaya con el bizco este De veras que eh tío

Mitric gritó el contador de cuentos desde el segundo trineo estás vivo vente para acá pero el anciano no le respondió y siguió blasfemando cuando Consideró que ya había sido suficiente se acercó al segundo trineo los has pescado a todos le preguntaron no iba yo a pescarlos y su menuda figura en pleno

Trote se echó de Bruce sobre el lomo del caballo luego saltó a la nieve corrió sin detenerse en Pos del trineo y se lanzó dentro dejando las piernas colgadas fuera del borde el alto basili igual que antes sin decir una palabra se sentó en el primer trineo al lado de

Ñasa y junto con él se puso a buscar el camino menudo insult Dios Todopoderoso faró mi cochero largo tiempo después de esto seguimos andando sin detenernos por aquel blanco desier en medio de la fría transparente y vacilante luz de la tormenta cada vez que abría los ojos veía frente a mí la

Misma gorra desmaña y la misma espalda cubiertas de nieve el mismo arco bajo por debajo del cual entre las pequeñas riendas tensas de la brida se balanceaba siempre a la misma distancia la cabeza del caballo central con su negra crin que ondeaba concertadamente hacia donde el viento soplaba también veía más allá

De la espalda y a la derecha el mismo caballo vallo de refuerzo con su cola anudada muy corta y su cilindro para fijar las riendas que de vez en cuando se golpeaba ligeramente contra la parte delantera del trineo si miras hacia abajo la misma nieve retozona que los

Patines del trineo levantan al pasar y que el viento alza tozudo llevándosela a un mismo lado delante siempre a la misma distancia se alejan a toda velocidad las troikas que nos preceden a derecha izquierda todo es blancura espejismos en vano Busca el ojo un objeto nuevo no se ve nada ni un poste

Ni un almiar ni una valla todo es blanco alrededor blanco y movedizo a veces el Horizonte parece hallarse inconmensurablemente lejos pero otras da la de haberse comprimido y estar ciñéndonos a dos pasos de distancia a veces a nuestra derecha se l ergue un alto muro blanco que corre en paralelo

Al trineo pero otras desaparece repentinamente para alzarse más adelante huir a toda velocidad y volver a desaparecer si miras hacia arriba la primera impresión es de Claridad te parece que a través de la niebla puedes ver las estrellas pero las estrellitas escapan a tu vista y se elevan cada vez

Más y más y solo ves la nieve que se derrama sobre tu rostro y sobre el cuello del abrigo el cielo es en todos lados Igualmente claro Igualmente blanco incoloro uniforme en Perpetuo movimiento parece que el viento cambiara de dirección a veces sopla de frente y

La nieve se te pega los ojos a veces de lado y entonces levanta con desdén el cuello de tu abrigo que te golpetea en la cara a veces Zumba por detrás a través de alguna ranura se oye el continuo crujir de las pezuñas y de los patines al chocar contra la nieve

Endurecida y el repentino silencio de las campanillas cuando nos deslizamos sobre una nieve porosa y profunda solo una que otra vez cuando vamos con el viento en contra y sobre una larga superficie congelada llegan con Claridad hasta el oído los enérgicos silvidos de ign y el desacompanhados motivo que

Involuntariamente yo imagino una de mis piernas comenzó a acusar el frío y cuando me volví para arme mejor la nieve que se había acumulado sobre el cuello de mi abrigo y mi gorra se deslizó por mi nuca y me produjo un estremecimiento pero aún estaba calentito dentro de mi abrigo y me dejé

Vencer por el [Música] sueño capítulo seis las imágenes y los recuerdos intercambiaban en mi imaginación con una rapidez creciente ese campesino el consejero el que no ha dejado de gritar desde el segundo trineo cómo será seguramente pelirrojo robusto de piernas cortas pienso como fodor filipic nuestro

Viejo lacayo el que servía en el comedor y en ese momento veo la escalera de la casa grande y a cinco criados que sobre unos trapos y dando unos pesados pasos transportan el piano desde una de las alas de nuestra residencia veo a fiodor filipic con las mangas de su librea de

Nankín remangadas llevando un pedal lo veo adelantarse abrir los pestillos tirar del pomo de una puerta empujar otra meterse entre las piernas molestas a todo el mundo y gritar incesantemente con voz preocupada eh los de delante los de delante más hacia vosotros así así con la cola hacia arriba arriba digo que

Pase por la puerta así muy bien pero por favor fodor filipic déjenos a nosotros observa tímido el jardinero pegado al barandal rojo a más no poder por el esfuerzo y sosteniendo con el último aliento uno de los extremos del piano pero fiodor filipic no sea milana pero Qué significa esto reflexionaba yo

Pensará que útil o indispensable para lo que se Está realizando o simplemente está contento de que Dios le haya dado esa seguridad en sí mismo esa contundente elocuencia y así con toda alegría la despilfarra ha de ser eso y por alguna razón de pronto se me aparece

El estanque los agotados siervos con el agua hasta las rodillas arrastrando una red Y de nuevo fiodor filipic con una regadera en la mano gritándole a todos corriendo por la orilla y solo muy de vez en cuando acercándose al agua para protegiendo con la mano a unos cuantos

Peces dorados Vaciar el agua turbia y llenarla de nuevo de agua clara es un mediodía del mes de julio me dirijo a algún lado andando sobre la hierba recién cada del jardín bajo los ardientes y directos rayos del sol soy todavía muy joven siento que me falta

Algo tengo ganas de algo voy al estanque mi lugar preferido entre el parterre donde crece el escaramujo y el Paseo de abedules y me acuesto a dormir recuerdo la sensación con la que yo todavía echado miro a través de los tallos rojos y espinosos del escaramujo aquella

Tierra negra y reseca granulada y el translúcido espejo vivamente azulado del estanque era una sensación como de una ingenua vanidad y tristeza al mismo tiempo todo a mi alrededor era tan hermoso y aquella belleza Tenía un poder tan intenso en mí que tuve la impresión

De ser también yo bueno Y si algo me dolía era que nadie me admirará hace calor intento dormir para consolarme pero las moscas las insufribles moscas ni siquiera aquí me dejan en paz revolotean a mi alrededor y obstinadas desagradables como si de pequeña semillitas se tratara me saltan

De la frente a las manos una abeja Zumba en mi cercanía en el momento de mayor bochorno mariposas de alas amarillas como desfallecido en tallo levanto la vista me duelen los ojos el brillo del sol llega con demasiada intensidad a través de la Clara ojarasca rizada del avedul

Que allá en lo alto por encima de mí mece con suavidad sus ramas y tengo la impresión de que el calor ha aumentado me tapo la cara con un pañuelo Me cuesta trabajo respirar y las moscas parecen páseme a las manos de las que brota la transpiración en lo más espeso del

Escaramujo se resguardan Los gorriones uno de ellos a algo más de la mitad de distancia de mí salta al suelo un par de veces finge picotear enérgicamente la tierra y luego gorjeando alegremente y haciendo crujir unas varitas Levanta el vuelo y abandona el parterre otro también se posa en el suelo de un

Brinquito levanta la cola Mira a un lado y a otro y como una flecha gorjeando emprende el vuelo en Pos del Prim primero en el estanque la lavandera golpea la ropa mojada con una pala y esos golpes resuenan y se propagan en un registro bajo a todo lo largo del

Estanque se oyen risas el parloteo y el chapoteo de los bañistas una Ráfaga de viento Silva entre las copas de los avedules lejos todavía de mí luego más cerca la oigo mover la hierba las hojas del terre donde está el escaramujo se balancean y tiemblan en sus ramas y

Levantando el extremo de mi pañuelo y haciéndome cosquillas en el rostro sudado llega hasta mí una ligerísima corriente de aire fresco por la abertura del pañuelo levantado se cuela una mosca que asustada se agita al borde de mi boca húmeda una rama seca se me incrusta en la espalda no no puedo seguir

Acostado debo ir a bañarme Pero hoy aquí que al lado mismo del parterre oigo de pronto unos pasos presurosos y una asustada voz femenina Dios mío pero qué barbaridad Y no hay un solo hombre cerca qué ocurre qué pregunto saliendo al sol al encuentro de aquella mujer que servía

En casa y que lamentándose ha pasado corriendo frente a mí sin detenerse Mira a un lado y al otro los brazos y sigue su carrera pero hoy aquí que matriona una anciana de 105 años que sujeta con una mano la pañoleta que lleva puesta y que insiste en

Resbalándose aferrándose a la falda de cáñamo de una de ellas se apresura detrás qué ha sucedido les pregunto un campesino se ha ahogado dónde en el estanque Quién era de los nuestros no Uno que pasaba por aquí el cochero Iván deslizando sus grandes botas sobre la hierba cegada y el gordo intendente

Jakov respirando con dificultad corren hacia el estanque y yo con tras ellos recuerdo una sensación que me decía lánzate y saca al campesino sálvalo y todos te admirarán que era precisamente lo que yo quería Dónde está dónde pregunto al Corrillo de criados que se había reunido en la orilla casi junto a

La caseta de baños dice la lavandera poniendo la ropa aún mojada en los cubos que atados a una vara transportará a hombros yo lo lo veía como zambullirse pero luego aparecía otra vez y volvía a zambullirse y otra vez aparecía hasta que de pronto gritó me estoy ahogando

Buena gente y se fue para abajo de nuevo y ya solo salían burbujas ahí me di cuenta de que el campesino de veras se estaba ahogando Y entonces grité buena gente un campesino se ahoga y la lavandera tras echarse a hombro su carga se alejó del estanque con tone por el

Camino vaya qué fastidio Dice jakov ivanov el intendente con una voz desesperada ahora empezarán los quebraderos de cabeza con el juzgado local no nos liberaremos un campesino que lleva una oz se abre paso entre la multitud de mujeres niños y ancianos agolpados en el borde y tras colgar su

Voz en la rama de un sauce se quita lentamente los zapatos dónde está Don dónde se ha hundido sigo preguntando deseoso de lanzarme hacia allá y hacer algo absolutamente extraordinario pero me señalan la lisa superficie del estanque que de vez en cuando riza el viento que sopla no entiendo que alguien haya podido

Ahogarse y el agua que lo cubre continúa tan Lisa tan bella tan indiferente lanzando destellos dorados con el sol del mediodía Y entonces aparecen mí la sensación de que no puedo hacer nada de que no sorprenderé a nadie sobre todo porque nado muy mal Mientras tanto el campesino ya se ha secado la

Camisa por encima de la cabeza y está a punto de tirarse todos lo miran con esperanza y asombro pero una vez con el agua a la altura de los hombros vuelve lentamente sobre sus pasos y se pone la camisa no sabe nadar la gente sigue acudiendo

La multitud es cada vez más numerosa las mujeres se aprietan unas contra otras pero nadie presta ayuda los que van llegando dan consejos lanzan suspiros sus rostros expresan miedo y desesperación de los que habían llegado al principio unos se sientan en la hierba cansados de estar de pie y otros

Regresan la anciana matriona le pregunta a su hija si cerró la puerta de la estufa El chiquillo que llevaba puesta la levita de su padre lanza afanosamente piedrecillas al agua y de pronto por detrás del parterre de escaramujo bajando la cuesta que empieza en la casa

Y ladrando y volviendo una y otra vez la cabeza atrás como indecisa aparece tre torka la perrita de fiodor filipic y aparece también la figura del amo corriendo pendiente abajo y gritando algo Por qué no os movéis grita quitándose la levita al vuelo se ha ahogado un hombre y ellos ahí sin

Moverse dadme una cuerda todos miran a fiodor filipic entre esperanzados y temerosos mientras él apoyándose en el hombro de uno de los criados de la casa descalza con la punta del pie izquierdo el talón del derecho allá donde está la gente un poco más a la derecha del sauce

Fiodor filipic allá le dice dice alguien ya lo sé contesta y frunciendo el ceño probablemente como respuesta a las muestras de pudor que hubo en la multitud femenina se quita la camisa la cruz se lo entrega todo al chiquillo jardinero que desbordando servilismo está inmóvil frente a él y pisando con

Fuerza la hierba cada se llega hasta el estanque tre chorca sin entender las causas de tantos y tan rápidos movimientos de su amo se detiene junto a la multitud y haciendo ruido con el hocico se zampa alguna que otra brizna de hierba de la orilla Mira a su amo con

Expresión interrogante y soltando de pronto un alegre ladrido salta el agua para reunirse con él en un primer momento no se ve nada más que la espuma y las gotas que salpican y llegan incluso hasta nosotros pero de pronto surge fiodor filipic que agitando con gracia los brazos y subiendo y bajando

Acompasadamente su blanca espalda nada con destreza y velocidad hacia la otra orilla tret orca atragantándose se apresura a volver atrás se sacude cerca de la multitud y se seca restregando el lomo en la orilla al tiempo que fiodor filipic se aproxima nadando hasta la otra orilla dos cocheros se acercan al

Sauce con una rez enrollada en una vara fiod filipic por alguna razón levanta los brazos se zambulle una vez otra una tercera y siempre que aparece echa un chorrito de agua por la boca sacude sus cabellos con un hermoso movimiento y no responde a ninguna de las preguntas que

Le caen copiosas desde todos lados finalmente sale a la orilla y por lo que alcanzo a ver ordena que extiendan la red la sacan Pero en el talego no hay más que limo y unos cuantos pececillos dorados que aún se debaten entre sus mallas mientras vuelven a echar la red

Voy al otro lado no se oye sino la voz de fiodor filipic dando órdenes el chapoteo de la cuerda mojada en el agua y los suspiros de angustia la cuerda mojada en el agua y los suspiros de angustia la cuerda mojada atada al extremo derecho es cada vez más visible

Y está cada vez más cubierta de cieno ahora tirad todos juntos a la vez todos a una se oye la voz de fiodor filipic aparecen los palos empapados hay algo pesa mucho hermanos dice la voz de alguien Y he aquí que ambos extremos entre los que dos o tres pececillos

Siguen dando coletazos y salpicando y aplastando la hierba salen por fin a la orilla y he aquí que a través de una fina y agitada capa de esa agua turbia en la red tensa aparece algo blanco un suspiro quedo pero sorprendentemente audible en medio de ese silencio sepulcral recorre la multitud tirad

Todos a la vez sacad lo al borde se escucha la voz resuelta de fiodor filipic y por encima de los tallos cegados de la bardana y el cadillo arrastran al ahogado hasta el sauce en eso veo a mi buena y anciana tía con su vestido de seda veo su

Sombrilla color lila con flecos que resulta terriblemente incongruente en ese cuadro de muerte Espeluznante por su absoluta sencillez veo su cara a punto de echarse a llorar recuerdo La decepción que expresó ese rostro al darse cuenta de que en este caso el árnica no podría ayudar de ninguna manera y también recuerdo el

Sentimiento doloroso desconsolado que experimenté cuando ella con el ingenuo egoísmo del amor me dijo vámonos querido qué terrible es esto y tú que sueles bañarte y nadar aquí solo recuerdo cómo abrasaba el sol aquella tierra reseca que se desmoronaba bajo nuestros pies Cómo jugueteaba el espejo del estanque Cómo se golpeaban

Contra la orilla unas grandes carpas y en el centro un que otro banco de peces agitaba la quietud del estanque recuerdo comoo en lo alto del cielo revoloteaban Un azor con la mirada puesta en unos patitos que agitando las alas y chapoteando se abrían paso a través de los juncos hacia el centro

Como unas blancas y ensortijados nubes de tormenta iban aborregados en el Horizonte comoo el cieno que la rez había sacado a la la orilla iba desapareciendo poco a poco y cómo cuando pasaba Yo por el dique de nuevo oí el ruido de los golpes de la pala de la

Lavandera extenderse a lo largo del estanque pero la pala aquella suena como dos palas sonaran juntas en terceras y ese sonido me atormenta me tortura más aún porque sé que esa pala es una campana y que fiodor filipic no la hará callar y la la pala aquella como un

Instrumento de tortura me aprieta el pie que está empezando a congelarse vuelvo a quedarme dormido me despertó al parecer el hecho de que estábamos yendo demasiado rápido Y de que dos voces hablaban Justo a mi lado me oyes igat eh igat dice la voz de mi cochero llévate tú al viajero tú De

Todas formas tienes que hacer el viaje Yo iría en balde llévatelo tú la voz de iat Justo a mi lado responde qué saco yo llevándome Elo me darás medio litro medio litro no pides nada un cuarto y tan contento un cuarto Grita la voz martirizar así a los caballos por un

Cuarto abro los ojos la misma nieve insoportable e indecisa sigue bailoteando frente a mí los mismos cocheros y caballos pero a mi lado veo un trineo mi cochero ha alcanzado a iat y hace ya rato que vamos a la par Aunque una voz desde el otro trineo AC conseja

No aceptar menos de medio litro yñ de pronto frena la troica anda pasa tus cosas Tiene suerte mañana cuando lleguemos Quiero el cuarto hay mucho que pasar mi cochero con una vivacidad que no le era habitual salta la nieve me hace una reverencia y me pide que me

Traslade a la troica de iat no tengo inconveniente Pero se ve que aquel hombrecillo temeroso de Dios está tan contento que tiene ganas de volver en alguien su gratitud y su alegría me hace reverencias y me da repetidamente las gracias lo mismo que a alioska y a ñasa

Gracias a Dios por qué es esto Dios Todopoderoso llevamos medianoche viajando y ni siquiera sabemos A dónde él lo llevará señor mis caballos ya no pueden más y traslada mis cosas con redoblado a inco mientras se hacía el traslado yo empujado a toda velocidad por el viento me aproxim al segundo

Trineo este sobre todo de ese lado en que al resguardo del viento habían colocado una zamarra sobre las cabezas de los cocheros tenía más de una cuarta parte sepultada bajo la nieve pero al abrigo de la zamarras estaba bien y en calma el anciano seguía tumbado con las

Piernas colgando y el contador de cuento seguía con su historia en el mismo momento en que el general En nombre del rey quiero decir llegó a ver a María al calabozo en ese mismo momento quiero decir María le dijo general no me haces ninguna falta ni te puedo amar quiero

Decir no me sirves para amarte El Amante mío es el príncipe aquel y en el mismo momento e iba a continuar su historia pero al vol verme guardó silencio un instante y se puso a encender su pipa qué señorito ha venido a oír el cuento dijo el otro al que yo apodaba consejero

Sí aquí se está muy bien se entretiene uno respondí es para no aburrirnos al menos así no pensamos y decidme sabéis dónde estamos tuve la impresión de que mi pregunta no agradó a los cocheros Sabrá Dios dónde estaremos a lo mejor ya andamos en tierras de los nómadas

Calmucos respondió el consejero Y qué vamos a hacer pregunté qué podemos hacer seguir avanzando con suerte saldremos a algún lado dijo con tono de disgusto Y si nos salimos a ningún lado y los caballos se niegan a seguir andando en medio de la nieve Qué pasará Entonces qué pasará nada podríamos congelar noos

Podríamos está claro porque no se ve ni siquiera un ar O sea que más o menos debemos de andar en tierras de calmucos Lo principal es guiarnos por la nieve y tú señorito no tendrás miedo de congelarte dijo el viejecillo con voz temblorosa Pese a que parecía estar

Burlándose un poco de mí se veía que estaba absolutamente adherido Sí cada vez hace más frío dije ay señorito deberías hacer como yo echarte de pronto una carrerita eso te calentará Nada mejor que correr detrás de los trineos señaló el consejero capítulo 7 suba por favor ya está todo listo me

Gritó alioska desde el primer trineo la tormenta era tan fuerte que yo a duras penas completamente encorvado y sujetando con ambas manos los faldones de mi capote pude sobre la nieve blanda que el viento barría de debajo de mis pies dar esos cuantos pasos que me separaban de mi

Trineo mi antiguo cochero ya estaba de rodillas en el centro del trineo vacío pero al verme se quitó su enorme gorra permitiendo al viento revolverle con Furia los cabellos y me pidió una propina seguramente No esperaba que se la diera porque mi negativa no le produjo la menor aflicción me dio las

Gracias y mientras se ponía la gorra me dijo que Dios lo ampare señorito y tirando de las riendas y chasqueando la lengua se alejó de nosotros después de eso también iñas enderezó la espalda y dio voces a los caballos una vez más el sonido de Los cascos al resquebrajar la

Nieve los gritos de los cocheros y la campanilla sustituyeron al ulular del viento que se había oído con particular fuerza mientras estuvimos detenidos un cuarto de hora después del traslado yo aún no dormía y me entretenía observando la silueta de mi nuevo cochero y sus caballos iñas iba muy Gallardo daba continuos saltitos

Blandía su fusta en el aire de cuando en cuando soltaba algún gritito y se golpeaba un pie contra el otro e inclinándose hacia delante arreglaba la retranca del caballo central que insistía en ladearse a la derecha no era alto de estatura pero todo parecía indicar que era de

Complexión fuerte encima de la pelliza llevaba puesto un tosco abrigo desabrochado cuyo vencido cuello le dejaba la nuca al descubierto sus botas no eran de fieltro sino de piel y llevaba una gorra pequeñita que se quitaba constantemente para volver a colocársela de una mejor manera sus movimientos todos denotaban

No solo energía sino sobre todo según me pareció el deseo de despertar en sí mismo esa energía sin embargo Mientras más avanzábamos más y más frecuentemente se arreglaba más altitos daba en el pescante más se golpeaba un pie contra el otro y más insistía en conversar con

Alioska y conmigo tuve la impresión de que temía perder el ánimo y había por aunque los caballos eran buenos el camino se hacía a cada paso más y más difícil y era evidente que los caballos corrían cada vez con mayor desgana ahora había que fustigar losos y el central un

Buen caballo grande y lanudo tras trastabillar un par de veces asustado tiró con fuerza hacia delante y echó su lanuda cabeza hacia atrás casi hasta rozar la campanilla el caballo de refuerzo que iba a la derecha y al que sin querer iba yo observando como también observaba la correa con la borla

Que pendía del larre y que se golpeaba y saltaba del lado exterior bajaba ostensiblemente la collera pidiendo que lo azuzar Pero como de habitual era un caballo bueno incluso fogoso parecía sentirse despechado por su debilidad e irritado bajaba y subía la cabeza pidiendo rienda en realidad era terrible ver que

La tormenta y el frío no hacían sino intensificarse los caballos se debilitaban el camino empeoraba y nosotros decididamente no sabíamos dónde estábamos ni a dónde debíamos dirigirnos no solo aunque fuera un refugio y era ridículo y extraño oír que la campanilla siguiera sonando con tanta soltura y tanta alegría y que ñasa

Siguiera dando sus grititos tan vivos y tan hermosos como si fuera una soleada mañana de principios de enero y nosotros nos deslizáis por una helada calleja del pueblo y lo principal era difícil pensar que seguíamos yendo a prisa muy a prisa hacia algún lugar lejos de donde en ese

Momento nos encontrábamos iatc entonó una canción con un falsete harto desagradable pero a un volumen tan fuerte y haciendo unas pausas tan largas durante las cuales silbaba que era difícil amedrentarse oyéndolo eh deja de destrozarte la garganta iat se oyó La Voz del consejero para un

Momento qué qué qué pares iat cayó de nuevo todo guardó silencio y el viento aulló y ululo y la nieve revoloteando en el aire comenzó a caer más espesa sobre el trineo el consejero Se llegó hasta nosotros y bien bien qué Para dónde tomamos Sabrá Dios qué se te han

Congelado los pies que no dejas de moverlos los tengo ateridos por qué no vas a ver qué hay allá mira eso que se ve allá Puede que sea un campamento calmuco Y además así aprovechas para que se te calienten los pies de acuerdo sujeta los caballos ten eat salió corriendo en la dirección

Señalada hay que buscar bien rastrear bien para encontrarlo y nosotros qué hacemos Ahí vamos al buen tuntún me dijo el consejero los caballos ya no pueden más durante todo el tiempo que eat estuvo caminando y fue tanto que llegué a temer que se hubiera extraviado el consejero Me estuvo hablando con un tono

Sereno y seguro de cómo hay que actuar en caso de tormenta de la mejor manera de desenganchar El caballo y soltarlo para que sea él Dios sabe que es así quien encuentre el camino o de cómo a veces es posible guiarse por las Estrellas y de que si él hubiera estado

En la primera troica haría ya mucho tiempo que estaríamos en la estación o no un campamento le preguntó a eat Que regresaba andando con dificultad por una nieve en la que se hundía hasta las rodillas era sí parecía un campamento respondió jadean teat pero no sé cuál lo

Que nos ha pasado hermano es que seguramente ya andamos por la dacha de prolg Habría que ir más a la izquierda Pero qué estás contando son nuestros campamentos los que están detrás de la taniz ó el consejero Pues yo te digo que no le eché un ojo y lo supe enseguida

Eso es y si no es eso pues será tamiso hay que tirar un poco más a la derecha y así saldremos directo al puente grande a la versta ocho te estoy diciendo que no yo ya lo he visto respondió enfadado iat Ay hermano y te dices cochero Claro que

Soy cochero ve Y míralo tú con tus propios ojos no tengo que ir Lo sé de obras iat se Había enfadado era evidente no respondió de un salto se subió al pescante y Arre los caballos tengo los pies ateridos no se me calientan con nada le dijo alioska dándose golpecitos

Cada vez más frecuentes y juntando y sacando la nieve que se le había colado en la caña de las botas yo tenía unas ganas Terribles de dormir [Música] capítulo Será posible que me esté congelando pensaba en mientres sueño dicen que cuando alguien se conela lo primero que siente son muchas ganas de

Dormir antes que congelarme preferiría ahogarme y que me sacaran con una red Aunque en realidad lo mismo me da ahogarme que congelarme con tal de que no se me siga clavando en la espalda este palo y pueda yo dormir En qué terminará todo esto pienso de pronto y

Abriendo los ojos un instante miro la blanca extensión que me rodea En qué terminará si no encontramos un almear y los caballos se niegan a seguir que creo que es lo que pronto sucederá nos congelar remos debo confesar que pese Al poco miedo que sentía el deseo de que no

Sucediera Algo extraordinario quizá un poco trágico incluso era en mí más fuerte que este pequeño temor parecía gustarme la idea de que a la mañana siguiente los caballos nos depositaran medio ateridos en alguna aldea lejana y desconocida más aún Que varios de nosotros estuviésemos ya completamente adheridos y pensamientos de este tipo

Eran los que me llegaban y se sucedían con una rapidez y una Claridad asombrosa los caballos se detienen la nieve acumulada es cada vez más alta y de los caballos ya no se ven sino el arco y las orejas y de pronto iasca aparece en lo alto con su troica y pasa

Sin detenerse cerca de nosotros le suplicamos le gritamos que nos lleve Pero el viento borra la voz no hay voz iñas ca ríe le grita sus caballos Silva y se esconde de nosotros en algún Barranco lejano cubierto de nieve el viejecillo monta uno de los caballos

Agita los codos y quiere partir pero no puede moverse de donde está mi antiguo cochero con su gran gorra se arroja sobre él lo derriba y lo pisotea en la nieve hechicero vocifera insult verás herrar remos juntos Pero el viejecillo orada el montón de nieve con la cabeza

En realidad no es un viejecillo sino una liebre y no tarda en salir huyendo todos los perros se lanzan a su persecución el consejero que es fiodor filipic dice que nos sentemos en corro que no pasa nada que cuando la nieve nos sepulte Por fin entraremos en calor y en efecto estamos

Calentitos y bien solo tenemos sed yo saco un cofre con provisiones les convido a todos arrón con azúcar y yo mismo lo bebo con gran placer el contador de cuentos está contando un cuento de un arco Iris y ya tenemos encima un tejado de nieve y Arcoiris y

Ahora que todo el mundo se haga un cuartito en la nieve y a dormir digo la nieve es tersa y cálida como las pieles yo me hago mi cuarto y quiero entrar en él pero fiodor filipic que había visto que tenía yo dinero en el cofre dice

Alto entrégame el dinero de todas formas vas a morir y me agarra por una pierna le doy el dinero y únicamente le pido que me dejen ir pero ellos no creen que ese sea todo el dinero que tengo y quieren matarme me aferro a la mano del

Viejecillo y me pongo a besarla con un deleite indescriptible la mano del viejo es suave y Dulce al principio intenta retirarla pero después me la entrega e incluso me acaricia con la otra mano Sin embargo fodor filipic se acerca y me amenaza Yo corro a mi cuarto que no es un cuarto

Sino un largo pasillo blanco y alguien me sujeta por los pies logro a zafarme en las manos de quien había estado sujetándome se queda mi ropa y parte de mi piel pero yo no siento más que frío y vergüenza aún porque mi tía con su sombrilla y su botiquín homeopático

Viene a mi encuentro del brazo del ahogado ríen y no entienden las señas que les hago me lanzo al trineo mis pies se arrastran pesados por la nieve y el vjec yo me persigue agitando los codos ya está cerca pero oigo que un poco más allá suenan dos campanas y sé que me

Habré salvado cuando llegué a ellas las campanas se oyen más y más cada vez pero el viejecillo Ha logrado darme alcance y ha caído con su panza sobre mi cara de modo que ahora apenas oigo las campanas de nuevo me aferro a su mano y comienzo

A besarla pero el viejecillo ya no es un viejecillo ahora es el ahogado y grita iasc detente creo que son los almiares de amecha detente Mira resulta ya demasiado terrible no es mejor que despierte abro los ojos el viento me ha echado sobre la cara los faldones del capote de alioska tengo una

Rodilla descubierta nos deslizamos por una superficie de hielo puro y la tercera de las campanillas se oye en el aire con su quinta trémula intento ver los almiares pero en lugar de la paja ya con los ojos bien abiertos veo una casa con un balcón y la muralla almenada de una

Fortaleza me importa muy poco observar detenidamente aquella casa y aquella fortaleza lo que realmente quiero es ver de nuevo el pas casillo blanco por el que corría oír el tañido de las campanas de la iglesia y besar la mano del viejecillo de nuevo cierro los ojos y vuelvo a quedarme [Música] dormido capítulo

Nu dormía profundamente pero nunca dejé de oír la tercera de las campanillas y la veía en sueños bajo la forma de un perro que ladraba y se me echaba encima o como un órgano del que yo era un tubo o como unos versos en francés que estaba

Componiendo a veces me parecía que esta tercera era un instrumento de tortura con el que incesantemente me estrujan el talón derecho esta sensación era tan intensa que me desperté y abrí los ojos frot el pie había comenzado a congelarse la noche seguía siendo Igualmente Clara brumosa blanquecina el mismo movimiento seguía

Empujándola un pie contra el otro el mismo caballo de refuerzo con el cuello estirado y levantando ligeramente las patas corría al trote por la nieve profunda la misma borla suspendida de tarre brincaba y rebotaba contra la panza del caballo la cabeza del Central con la crina al aire se balanceaba

Compas adamente estirando y aflojando las riendas atadas al arco pero todo esto más que antes había sido sepultado por la nieve la nieve se arremolinaba en frente a los lados cubría los patines del trineo las patas de los caballos hasta las rodill y por encima se dejaba caer sobre los

Cuellos de nuestros abrigos y sobre nuestras gorras el viento golpeaba a veces por la derecha otras por la izquierda jugaba con el cuello y con los faldones de la zamarra de iasca y con la grin del caballo de refuerzo y ulula por encima del arco y en las varas el frío

Arreciaba terriblemente y apenas asomaba la cabeza de debajo del cuello del abrigo una nieve gélida y seca revoloteando se amontonaba sobre mis pestañas mi nariz y mi boca y se me deslizaba por la nuca alrededor todo era blanco claro y nevado en ninguna parte había nada más que una

Luz vaga y nieve mucha nieve Tuve miedo en serio alios ca dormía a mis pies en el fondo del trineo tenía la espalda completamente cubierta por una gruesa capa blanca iñas no perdía el ánimo tiraba constantemente de las riendas daba escuetas voces a los caballos y se

Golpeaba un pie contra el otro la campanilla tintineaban de la misma manera radiante los caballos soltaban de vez en cuando algún resoplido pero seguían corriendo Aunque menos rápidamente y tropezándose cada vez con mayor frecuencia iñas de nuevo se puso a dar saltitos sacudió una de sus manoplas

Y entonó una canción detuvo la troica dejó las riendas sobre la parte delantera del carro y se bajó el viento ulula Furioso la nieve como ap paletados cubría los bajos de mi abrigo me giré la tercera troica ya no se veía detrás de nosotros se había quedado rezagada en

Algún lado cerca del segundo trineo en medio de la nevosa neblina se podía ver al viejecillo saltar ya sobre un pie ya sobre el otro y ñasa se alejó unos tres pasos del trineo se sentó sobre la nieve Se aflojó el cinturón y comenzó a quitarse las botas Pero qué estás

Haciendo le pregunté tengo que cambiarme los zapatos se me han congelado los pies respondió y continuó con su quehacer me daba frío estirar el cuello y sacarlo del abrigo para ver cómo lo hacía seguí sentado recto mirando el caballo de refuerzo que con una pata asp arrancada agitaba con dificultad y cansancio su

Cola atada y cubierta de nieve la sacudida que dio ñata al trineo cuando subió al pescante fue lo que me despertó que dónde estamos ahora pregunté llegaremos aunque sea al amanecer quédese tranquilo lo depositaremos sano y salvo respondió ahora Lo importante es que por fin se me han calentado los pies con el

Cambio de zapatos y se puso en marcha la campanilla sonó el trineo comenzó de nuevo a balancearse y el viento silbó bajo los patines y nosotros de nuevo navegamos por el infinito mar de [Música] nieve capítulo 10 Me quedé profundamente dormido cuando Ali osca zarandeando me con un pie me

Despertó y abrí los ojos ya era de día parecía que hiciera más frío que por la noche no nevaba pero el viento fuerte y seco seguía cubriendo el campo de nieve en polvo que se acumulaba sobre todo bajo las pezuñas de los caballos y los patines del trineo el cielo a la derecha

En el Oriente era pesado de un color azul oscuro pero unas betas sesgadas de un naranja muy vivo se marcaban cada vez más en él sobre nuestras cabezas Más allá de unos nubarrones blancos apenas coloreados que se movían con rapidez se distinguía el pálido azul a la izquierda

Las nubes eran claras ligeras y cambiantes el campo alrededor hasta donde la vista alcanzaba estaba cubierto de una nieve blanca profunda acumulada en varias capas aquí y allá se veía algún montículo que grisea por el cual pasaba obstinado un polvo de nieve seco y menudo no se veía una sola huella por

Allí no parecía haber pasado ni un trineo ni una persona ni un animal el contorno y los colores de la espalda del cochero y los caballos se distinguían bien claros y definidos incluso sobre el fondo blanco la cinta de la gorra azul oscuro de iasc el cuello de su abrigo

Sus cabellos e incluso las botas estaban completamente blancos el trineo iba ya totalmente cubierto de nieve la parte derecha de la cabeza y la cí del caballo rucio que iba en el centro estaban cubiertos de nieve mi caballo de refuerzo tenía las patas hundidas en la

Nieve hasta la rodilla y la sudorosa y ahora encrespada grupa Tenía el flanco derecho tapizado de nieve la borla brincaba el compás de cualquier motivo que yo quisiera imaginar y el caballo de refuerzo seguía corriendo pero por el vientre hundido que se ensanchaba y se encogía con frecuencia y por las orejas

Gachas se veía que estaba extenuado un solo objeto nuevo me llamaba la atención un poste que indicaba las verstas desde lo alto del poste la nieve caía revoloteando hasta el suelo el viento había formado un Cerrito de nieve cerca de su lateral derecho y seguía soplando con fuerza y

Desplazando a Los Inquietos copos de un lado al otro me sorprendió terriblemente que hubiésemos viajado toda la noche por espacio de 12 horas con los mismos caballos sin saber a dónde y sin detenernos en ninguna parte y que pese a todo como quiera que fuese hubiésemos llegado nuestra campanilla parecía sonar

Con un júbilo mayor yat se arropaba y seguía dando voces de vez en cuando detrás resoplaba los caballos y tintineaban las campanillas de las troikas del viejecillo y del consejero pero el que dormía se había separado definitivamente de nosotros En algún lugar de la estepa tras recorrer media

Versta nos topamos con las huellas recientes apenas cubiertas por una fina capa de nieve de un trineo y una troica y vimos unas cuantas manchas rosadas de sangre de algún caballo que seguramente se había lastimado es filit vaya nos ha ganado dijo iasc Y de pronto en medio de la nieve

Que le ha cubierto casi por completo el tejado y las ventanas aparece cerca del camino una casita con un letrero no lejos del bodegón está detenida la troica de los caballos grises crespos por el sudor las patas esparragadas y las cabezas gachas delante de la puerta

Han quitado la nieve y han dejado allí la pala pero el sibilante viento sigue haciendo caer y revolotear la nieve acumulada en el tejado por la puerta atraído por el sonido de nuestras campanas aparece un cochero alto pelirrojo con el rostro encendido y un

Vaso de vino en la mano nos dice algo a gritos y ñasa se gira hacia mí y me pide autorización para detenernos en ese momento veo por primera vez su cara capítulo 11 ena enjuta y de nariz recta como yo me había figurado a juzgar por sus cabellos y su

Complexión era una cara redonda jovial absolutamente chata con una boca grande y unos redondos ojos claros vivamente azules tenía las mejillas y el cuello rojos como si se los hubiesen acabado de frotar con un paño las cejas las largas pestañas y el voz que cubría de manera

Uniforme la parte baja de la cara estaban tapados por la nieve y completamente blancos para llegar a la estación Ya solo faltaba media versta así que nos detuvimos pero no nos demoremos pedí solo un momento respondió iasc saltando del pescante y acercándose a Philip dámelo hermano dijo mientras se

Quitaba de la mano derecha la manopla con el látigo y los dejaba caer sobre la nieve luego echando la cabeza hacia atrás de un trago se bebió el vasito de bozca que le estaban ofreciendo el tabernero seguramente un cosaco retirado cruzó el umbral con la

Botella en la mano a quién le sirvo el alto vasili un campesino flaco de pelo castaño claro con una barba de chivo y el consejero gordo casi al vino de tan rubio con una barba tupida y blanca que enmarcaba su Colorado rostro se acercaron y también bebieron un vaso de

Bozca cada uno el viejecillo hizo ademán de acercarse al grupo de bebedores Pero a él no le ofrecieron de modo que se retiró al lado de sus caballos que iban atados en la parte posterior y se puso a acariciar a uno de ellos En el lomo y las ancas el viejecillo era exactamente

Tal como lo había yo imaginado bajo Delgado con un rostro amoratado de frío y cado de arrugas una barbita rala una naricilla afilada y unos dientes amarillentos y carcomidos llevaba puesta una gorra de cochero de postas muy nueva pero su abriguito corto estaba raído manchado de alquitrán y con desgarrones en un hombro

Y en los bajos y no le cubría las rodillas ni el pantalón de Lino burdo que llevaba enfundado en unas muy grandes botas de fieltro encorvado arrugado y con el rostro y las rodillas tembleque anes se puso a moverse de un lado al otro cerca del trineo procurando seguramente entrar

En calor a ver mitric consigue un cuartito eso te hará entrar bien en calor le dijo al consejero mitr Se estremeció arregló la retranca de su caballo arregló también el arco y se me acercó verá señorito dijo quitándose la gorra de los canosos cabellos y haciendo una profunda reverencia toda la noche

Anduvimos cerrando con usted En busca del camino aunque sea para una botellita de cuarto podría darme de verdad buen señor su excelencia no tengo con qué entrar en calor añadió con Una sonrisita obsequiosa le di un cuarto de rublo El tabernero trajo una botella de cuarto y

Le sirvió al viejo este se quitó la manopla con el látigo y alargó hacia el vaso una pequeña mano morena nudosa y ligeramente azulada pero su dedo gordo parecía no pertenecerle y no le obedeció no pudo sostener el vaso y tras derramar el alcohol dejó caer el vaso en la nieve

Todos los cocheros soltaron una carcajada Cómo se ha congelado mitr no sostiene ni el alcohol pero a mitric le mortifico mucho el haber de dejado caer la bebida no obstante le sirvieron otro vaso y se lo vaciaron en la boca de inmediato recuperó la jovialidad fue corriendo al bodegón encendió su pipa se

Puso a enseñar ampliamente sus dientes amarillos y carcomidos y a soltar improperios cada dos palabras una vez que hubieron bebido hasta el último trago los cocheros se dirigieron a sus troikas y volvimos a ponernos en marcha la nieve era cada vez más blanca y más brillante de modo que al mirarla dolían

Los ojos unas betas naranjas y rojizas se extendían en lo alto del cielo cada vez más arriba y cada vez más brillantes Incluso el disco rojo del sol apareció en el Horizonte a través de unas nubes grisáceo azuladas el azul era cada vez más resplandeciente y más

Profundo en el camino cerca ya de la estanza las huellas eran más claras más precisas y amarillentas y había uno que otro bache en el aire gélido comprimido se percibían un frescor y una ligereza agradables mi Troika corría veloz la cabeza y el cuello del caballo central

Con la crina ondeando sobre el arco se sacudían rápidamente casi en un mismo lugar bajo la campanilla de los cazadores cuyo badajo ya no se golpeaba sino que se raspaba contra las paredes los buenos caballos de refuerzo tensaba en armonía Las heladas y torcidas correas daban enérgicos saltitos y la

Borla rebotaba contra el viento y la retranca en ocasiones el de refuerzo se desviaba ligeramente e iba a dar en algún montón de nieve de los que se habían formado a los lados del camino y la nieve se le pegaba a los ojos pero siempre lograba salir de él con

Destreza y ñasa daba grititos con una alegre voz de tenor el frío seco crujía bajo los patines atrás tintineaban Sonoras y festivas dos campanillas y se oían los gritos ebrios de los cocheros miré hacia atrás los caballos de refuerzo grises y encrespados alargando sus cuellos contenían el aliento

Regularmente y con los frenos torcidos daban saltitos en la nieve Philip agitando el látigo Se arregló la gorra el viejecillo con las piernas recogidas igual que antes iba tumbado en el centro del trineo al cabo de dos minutos el trineo chirrió sobre los tablones de la entrada de la estación de postas que

Acababan de limpiar e ñasa volvió hacia mí su alegre cara cubierta de nieve y exhalando frío y con todo lo hemos depositado sano y salvo señorito [Música] dijo gracias por haber compartido este momento de lectura en la voz que te cuenta si quieres expresar tu opinión o Mostrar algún punto vista lo puedes

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