Un maestro que solía enseñar en el pueblo de «Luvina» se encuentra en un bar frente a un nuevo profesor que está a punto de …
«Luvina» es un cuento corto escrito por el reconocido escritor mexicano Juan Rulfo. La historia sigue a un hombre que llega a un pueblo abandonado en busca de su hermano, pero encuentra únicamente ruinas y desolación. A medida que explora el lugar, el hombre se encuentra con recuerdos y fantasmas del pasado, que lo llevan a reflexionar sobre la soledad y la pérdida.
Este cuento es una mezcla de realismo y misticismo, con una atmósfera desoladora que envuelve al lector en la geografía árida y desolada del paisaje. La prosa de Rulfo es evocativa y llena de simbolismo, lo que hace que «Luvina» sea una historia inmersiva y conmovedora.
Si te gustan las narrativas que exploran la melancolía y la naturaleza humana, «Luvina» es una lectura imprescindible. Además, el formato de audio puede añadir una capa adicional de emotividad a la experiencia, sumergiéndote aún más en la desolación y la belleza de esta obra maestra de la literatura mexicana. Lubina [Música] de Juan Rulfo [Música] de los cerros altos del sur El de lubina es el más alto y el más pedregoso está plagado de esa piedra gris con la que hace en la cal pero el lubina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho allí la llaman piedra cruda
Y la Loma que sube hacia lubina la nombran cuesta de la piedra cruda [Música] el aire y el sol se han encargado de desmenuzarla de modo que la tierra de por allí es blanca y brillante como si estuviera rociada siempre por el Rocío del amanecer aunque esto es puro decir
Porque el lubina los días son tan fríos como las noches y el Rocío se cuaja en el cielo antes de que llegue a caer sobre la Tierra [Música] y la tierra es empinada se desgaja por todos lados en Barrancas ondas de un fondo que se pierde de tan lejano [Música]
Dicen los de lubina que de aquellas Barrancas suben los sueños [Música] Pero yo lo único que vi subir fue el viento entre Molina como se halla bajo lo hubieran encañonado en tubos de carrizo un viento que no deja crecer ni a las dulcámaras esas plantitas tristes que apenas si pueden vivir un poco
Untadas en la tierra [Música] agarradas con todas sus manos al despeñadero de los montes solo a veces ahí donde hay un poco de sombra escondido entre las piedras [Música] florece el chicalote con amapolas blancas pero el chicalote pronto se marchita entonces uno lo Oye rasguñando el aire con sus ramas espinosas
Haciendo un ruido Como el de un cuchillo sobre una piedra de afilar ya miraré ustedes ese viento que sopla sobre el lubina es Pardo dicen que porque arrastra arena de volcán pero lo cierto es que es un aire negro [Música] Ya lo verá usted se planta el lubina prendiéndose de las
Cosas como si las mordiera y sobran y hacen que se lleva el techo de las casas como si se llevara un sombrero de Petate dejando los paredones lisos descobijados [Música] luego rasca como si tuviera uñas uno lo Oye mañana y tarde hora tras hora sin descanso raspando las paredes
Arrancándote catas de la Tierra escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas hasta sentir lo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los goznes de nuestros mismos huesos Ya lo verá usted el hombre que hablaba se quedó callado un rato mirando hacia afuera
Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de Los Almendros y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía de la tienda los comejenes entraban y rebotaban
Contra la lámpara de petróleo cayendo al suelo Con las alas chamuscadas [Música] y afuera seguía avanzando la noche [Música] Oye Camilo mándanos otras dos cervezas más volvió a decir el hombre después añadió otra cosa señor nunca verá usted un cielo azul en lubina Allí todo el Horizonte está desteñido
Nublado siempre por una mancha caliginosa que no se borra nunca todo el lomerio pelón sin un árbol [Música] sin una cosa verde para descansar los ojos todo envuelto en El calin Ceniciento usted verá eso aquellos cerros apagados como Si estuvieran muertos y aluden en el más alto coronándolo con su blanco caserío como
Si fuera una corona de muerto los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda eso hizo que el hombre se levantara fuera hacia la puerta y les dijera váyanse más lejos no interrumpan sigan jugando pero sin armar alboroto luego dirigiéndose otra vez a la mesa se sentó y dijo
Pues sí como le estaba diciendo allá llueve poco A mediados de año llegan unas cuantas tormentas que azotan la Tierra y la desgarran dejando nada más El Pedregal flotando encima del tepetate es bueno ver entonces cómo se arrastran las nubes Cómo andan de un cerro a otro dando
Tumbos como si fueran vejigas infladas rebotando y pegando de truenos igual que si se quebraran en el filo de las Barrancas [Música] pero después de diez o doce días se van y no regresan sino al año siguiente y a veces se da el caso de que no regresen en varios años sí
Llueve poco tampoco o casi nada tanto que la tierra además de estar reseca y achicada como cuero viejo se ha llenado de rajaduras Y de esa cosa que allí llaman pasó ojos de agua que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas que se clavan en los pies de uno al caminar
Como si allí hasta la tierra lo hubieran crecido espinas como si así fuera bebió las cerveza hasta dejar solo Burbujas de espuma en la botella y siguió diciendo por cualquier lado que se mire lubina es un lugar muy triste usted que va para allá se dará cuenta
Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza donde no se conoce la sonrisa como si a toda la gente le hubieran entablado la cara y usted si quiere puede ver esa tristeza a la hora que quiera el aire que ahí sopla la revuelve pero no se la lleva nunca
Está allí como si allí hubiera nacido y hasta se puede probar y sentir porque está siempre encima de uno apretada contra uno Y por qué sobrepramente como un gran cataplasma sobre la viva carne del corazón [Música] dicen los de allí que cuando llena la luna ven devuelto la figura del viento
Recorriendo las calles de lubina llevando a rastras una cobija negra Pero yo siempre lo que llegué a ver cuando había luna en lubina fue la imagen del desconsuelo siempre [Música] pero Tómese una cerveza veo que no le ha dado ni siquiera una probadita Tómesela O tal vez no le guste así tibia como
Está Y es que aquí no hay de otra Yo sé que así sabe mal que agarra un sabor como a miedos de burro a que uno se acostumbra a fe de que haya ni siquiera esto se consigue cuando vaya lubina le extrañará allí no podrá probar sin un mezcal Que
Ellos hacen con una hierba llamada y que a los primeros tragos estará usted dando de volteretas como si lo cachamotearan mejor Tómese su cerveza Yo sé lo que le digo [Aplausos] allá afuera seguía oyéndose el batallar del Río [Música] el rumor del aire los niños jugando
Parecía ser a un temprano en la noche el hombre se había ido a asomar una vez más a la puerta y había vuelto ahora venía diciendo resulta fácil ver las cosas desde aquí meramente traídas por el recuerdo donde no tienen parecido ninguno Pero a mí no me cuesta ningún trabajo
Seguir hablándole de lo que sé tratándose de luina allá viví allá dejé la vida fui a ese lugar con mis ilusiones cabales [Música] y volví viejo y acabado y ahora usted va para allá [Música] está bien me parece recordar el principio me pongo en su lugar y pienso mire usted
Cuando yo llegué por primera vez a lubina [Música] pero me permite antes que me tome una cerveza veo que usted no le hace caso y a mí me sirve de mucho me alivia siento como si me enjuagara la cabeza con aceite alcanforado Bueno le contaba que cuando llegué por primera vez a lubina
El arriero que nos llevó no quiso dejar siquiera que descansaran las bestias en cuanto nos puso en el suelo se dio media vuelta Yo me vuelvo nos dijo espera no vas a dejar se estire a tus animales están muy aporreados aquí se fregarán más nos dijo mejor me vuelvo y se fue
Dejando se caer por la cuesta de la piedra cruda [Aplausos] espoleando sus caballos como si se alejara de algún lugar endemoniado [Aplausos] nosotros mi mujer y mis tres hijos nos quedamos allí parados en la mitad de la plaza con todos nuestros ajuares en nuestros brazos [Música]
En medio de Aquel lugar en donde solo Se oía el viento [Música] una plaza sola sin una sola hierba para detener el aire [Música] allí nos quedamos Entonces yo le pregunté a mi mujer En qué país estamos agripina y ella se alzó de hombros bueno
Si no te importa ve a buscar donde comer Y dónde pasar la noche aquí te aguardamos le dije [Música] ella agarró al más pequeño de sus hijos y se fue pero no regresó al atardecer Cuando el sol alumbraba solo las puntas de los cerros fuimos a buscarla anduvimos por los callejones de lubina
Hasta que le encontramos metida en la iglesia sentada mero en medio de aquella iglesia solitaria con el niño dormido entre sus piernas Qué haces aquí agripina entré a rezar nos dijo para qué le pregunté yo y ella se alzó de hombros allí no había quien rezarle era un jacalón vacío sin puertas
Nada más con unos socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como un cedazo Dónde está la Fonda No hay ninguna funda y el Mesón no hay ningún Mesón viste a alguien vive alguien aquí le pregunté [Música] Sí ahí enfrente hay unas mujeres la sigo viendo mira allí
Tras las rendijas de la puerta veo brillar los ojos que nos miran han estado asomándose para acá míralas veo las bolas brillantes de sus ojos pero no tienen que darnos de comer me dijeron sin sacar la cabeza que en este pueblo no había de comer entonces entré aquí a rezar
A pedirle a Dios por nosotros Porque no regresaste allí Te estuvimos esperando entré a rezar no he terminado todavía qué país es este agripina y ella volvió a alzarse de hombros aquella noche nos acomodamos para dormir en un rincón de la iglesia detrás del altar desmantelado hasta allí llegaba el viento
Aunque un poco menos fuerte lo estuvimos oyendo pasar encima de nosotros con sus largos aullidos lo estuvimos oyendo entrar y salir de los huecos socavones de las puertas golpeando con sus manos de aire Las Cruces del viacrucis unas cruces grandes y duras hechas con palo de mezquite
Que colgaban de las paredes a todo lo largo de la iglesia amarradas con alambres que rechinaban a cada sacudida del viento como si fuera un rechinar de dientes los niños lloraban porque no los dejaba dormir el miedo y mi mujer tratando de retenerlos a todos entre sus brazos abrazando su manojo de hijos
Y yo allí sin saber qué hacer Poco después del amanecer se calmó el viento después regresó pero hubo un momento en esa madrugada en que todo se quedó tranquilo como si el cielo se hubiera juntado con la Tierra aplastando los ruidos con su peso [Música] Se oía la respiración de los niños ya
Descansada oí el resuello de mi mujer ahí a mi lado Qué es me dijo que es que le pregunté [Música] eso el ruido ese es el silencio duérmete descansa aunque sea un poquito que ya va a amanecer [Música] pero al rato y yo también era como una aletear de murciélagos en la oscuridad
Muy cerca de nosotros de murciélagos de grandes alas que rozaban el suelo me levanté y se oyó el aletear más fuerte como si la parvada de murciélagos se hubiera espantado y volar hacia los agujeros de las puertas entonces Caminé De puntitas hacia allá sintiendo delante de mí aquel murmullo sordo
Me detuve en la puerta y las vi vi a todas las mujeres de lubina con su cántaro al hombro con el rebozo colgado de su cabeza y sus figuras negras sobre el negro fondo de la noche que quieren les pregunté qué buscan estas horas una de ellas respondió [Música] vamos por agua
Las vi paradas frente a mí mirándome luego como si fueran sombras echaron a caminar cae abajo con sus negros cántaros no no se me olvidará jamás Esa primera noche que pase en lubina no cree que esto se mereció otro trago aunque sea no más para que se me quite
El mal sabor del recuerdo Me parece que usted me preguntó Cuántos años estuvo en luvina verdad la verdad es que no lo sé perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo enrevesaron [Música] pero debió haber sido una eternidad Y es que allá el tiempo es muy largo
Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa Cómo van amontonándose los años los días comienzan y se acaban [Música] luego viene la noche solamente el día y la noche hasta el día de la muerte [Música] que para ellos es una esperanza usted ha de pensar que le estoy dando
Vueltas a una misma idea y así es sí señor estar sentado en el umbral de la puerta mirando la salida y la puesta del sol subiendo y bajando la cabeza hasta que acaban aflojándose los resortes y entonces todo se queda quieto sin tiempo [Música] como si viviera siempre en la eternidad [Música]
Esto hacen allí los viejos [Música] porque el lubina solo viven los puros viejos y los que todavía no han nacido como quien dice y las mujeres sin fuerzas casi trabadas de tan flacas [Música] los niños que han nacido ahí se han ido apenas les clare el alba y ya son hombres
Como quien dice pegan el brinco del pecho de la madre al azadón y desaparecen de lubina Así es allí la cosa solo quedan los puros viejos y las mujeres solas o con un marido que anda donde solo Dios sabe dónde vienen de vez en cuando como las tormentas de que les hablaba
Se oye un murmullo en todo el pueblo cuando regresan y un como gruñido cuando se van dejan el costal de bastimiento para los viejos y planta en otro hijo en el vientre de sus mujeres y ya nadie vuelve a saber de ellos hasta el año siguiente y a veces nunca [Música]
Es la costumbre [Música] Ahí le dicen la ley pero es lo mismo los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como ellos trabajaron para los suyos [Música] y como quién sabe Cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley Mientras tanto los viejos aguardan por
Ellos y por el día de la muerte [Música] sentados en sus puertas con los brazos caídos movidos solo por esa gracia que es la gratitud del hijo [Música] solos en aquella Soledad de lubina un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar donde la tierra fuera buena [Música]
Vámonos de aquí les dije [Música] No faltará modo de acomodarnos en alguna parte el gobierno nos ayudará ellos me oyeron sin parpadear mirándome desde el fondo de sus ojos de los que solo se asomaban una Lucecita allá muy adentro [Música] dices que el gobierno nos ayudará profesor Tú no conoces al gobierno [Música]
Les dije que sí [Música] También nosotros lo conocemos da esa casualidad de lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno yo les dije que era la patria ellos movieron la cabeza diciendo que no y se rieron fue la única vez que he visto reír a la gente de lubina
Pelaron los dientes molenques y me dijeron que no que el gobierno no tenía madre [Música] Y tienen razón sabe usted el señor ese solo se acuerda de ellos cuando alguno de los muchachos ha hecho alguna fechoría acá abajo entonces manda por él hasta lubina y se lo matan
De ahí en más no saben si existe tú nos quieres decir que dejemos luvina porque según tú ya estuvo bueno de aguantar hambre sin necesidad me dijeron [Música] pero si nosotros nos vamos quién se llevará a nuestros muertos Ellos viven aquí y no podemos dejarlos solos [Música] y ellas siguen
Usted los verá Ahora que vaya mascando bagazos de mezquite seco y tragándose su propia saliva los mirará pasar como sombras replegados al muro de las casas casi arrastrados por el viento no oyen ese viento les Acabé por decir él acabará con ustedes dura lo que debe de durar
Es el mandato de Dios me contestaron malo Cuando deja de hacer aire cuando eso sucede el sol se arrima mucho a lubina y nos chupa la sangre y la poca agua que tenemos en el pellejo [Música] el aire hace que el sol se esté allá arriba Así es mejor [Música]
Ya no volví a decir nada me salí de lubina y no he vuelto ni pienso regresar Pero mira Las Maromas que da el mundo usted va para allá ahora dentro de pocas horas tal vez ya se cumplieron 15 años que me dijeron a mí lo mismo
Usted va a ir a San Juan luvina en esa época tenía yo mis fuerzas estaba cargado de ideas Usted sabe que a todos nosotros nos infunden ideas y uno va con esa plata encima Para plasmarla en todas partes pero en lubina No cuajó eso hice el experimento y se deshizo [Música]
San Juan lubina me sonaba a nombre de cielo aquel nombre pero aquello es un purgatorio un lugar moribundo donde se han muerto Hasta los perros y ya no hay ni quién le ladre el silencio Pues en cuanto uno se acostumbra al Vendaval que allí sopla
No se oye sino el silencio que hay en todas las soledades Y eso acaba con uno mírame a mí [Música] conmigo a cabo [Música] usted que va para allá a comprenderá pronto lo que le digo [Música] Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos
Con la cerveza se levanta uno a cada rato Y eso interrumpe mucho la plática Oye Camilo mándanos ahora unos Mezcales [Música] Pues sí como le estaba yo diciendo pero no dijo nada [Música] se quedó mirando un punto fijo sobre la mesa donde los comejenes ya sin sus alas rondaban como gusanitos desnudos afuera
Seguía oyéndose Cómo avanzaba la noche [Música] el chapoteo del río contra Los troncos de los camichines el griterío ya muy lejano de los niños [Música] por el pequeño cielo de la puerta se asomaban las estrellas el hombre que miraba los come genes se recostó sobre la mesa y se quedó dormido [Música] [Música]
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