“Parásito”: La película coreana que cambió el cine mundial



Introducción – Una frase que despierta curiosidad

“La audaz infiltración de una familia revela el rostro oculto de la sociedad.”
Parásito no es solo una película con giros inesperados. Es una poderosa metáfora de las estructuras sociales que habitamos. Mientras la historia avanza con tensión y humor negro, el espectador no puede evitar sentir que esta también podría ser su historia. Eso es lo que la hace tan incómoda… y tan fascinante.

Información básica – Ficha técnica de la película

  • Título: Parásito (Gisaengchung)
  • Director: Bong Joon-ho
  • Guion: Bong Joon-ho, Han Jin-won
  • Estreno: mayo de 2019
  • Género: Drama, thriller, comedia negra
  • Duración: 132 minutos
  • Reparto: Song Kang-ho, Lee Sun-kyun, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-shik, Park So-dam
  • Premios destacados: 4 Oscars (Mejor Película, Director, Guión, Película Internacional), Palma de Oro en Cannes, Globo de Oro, entre otros

Resumen argumental – Sinopsis sin spoilers

El éxito de Parásito marcó un antes y un después: fue la primera película en idioma no inglés en ganar el Oscar a Mejor Película. Un logro histórico que elevó el cine coreano a los ojos del mundo.

La familia Kim vive en un semisótano oscuro de Seúl, atrapada en una rutina de pobreza pero cargada de ingenio. Cada uno de ellos tiene talentos reales: el padre, una mente tranquila; la madre, una mujer decidida; el hijo, inteligente; la hija, creativa. Sin embargo, están condenados a no ser reconocidos por un sistema que margina a quienes no tienen oportunidades.

La oportunidad llega cuando Ki-woo se infiltra como tutor en la casa de los Park, una familia rica que vive en una casa moderna en lo alto de la ciudad. Lo que comienza como una pequeña mentira se convierte en una cadena de engaños donde toda la familia Kim encuentra su lugar dentro de esa casa… hasta que un oscuro secreto enterrado bajo la casa lo cambia todo.

Elementos destacados de Parásito

Dirección de Bong Joon-ho – Maestría en la fusión de géneros

Una de las mayores virtudes de Parásito es su capacidad para combinar géneros de manera fluida. Bong Joon-ho no teme romper las reglas narrativas tradicionales: lo que comienza como una comedia ligera familiar se transforma gradualmente en un thriller social inquietante. Esta transición no es abrupta, sino perfectamente calculada, atrapando al espectador en una tensión constante.

En minutos, puedes pasar de la risa al asombro, del entretenimiento a la incomodidad profunda. Esa habilidad de Bong para mantener el ritmo, mientras mezcla humor negro con tragedia humana, es sencillamente magistral.

El uso del espacio y la cámara – Arquitectura como metáfora social

La película utiliza el espacio físico como representación visual de las clases sociales. La familia Park vive en una mansión ubicada en lo alto de una colina, llena de luz natural y amplitud. En contraste, los Kim habitan un semisótano oscuro, húmedo y estrecho, apenas por encima del nivel del suelo.

La cámara enfatiza este contraste a través de movimientos verticales: subimos escaleras para entrar al mundo de los ricos, bajamos para regresar a la precariedad. Esta verticalidad no solo es geográfica, sino simbólica: ascender es un sueño, caer es la norma.

Actuaciones realistas y poderosas

El elenco de Parásito está perfectamente equilibrado. Song Kang-ho ofrece una interpretación contenida pero poderosa como el padre resignado. Park So-dam, como la hija, encarna el ingenio y la frialdad de una generación que ha perdido la esperanza. Ningún personaje es completamente bueno o malo; todos actúan según sus circunstancias.

Las actuaciones destacan por su naturalidad. Los diálogos fluyen sin esfuerzo, y los gestos, miradas y silencios cargan un peso emocional que pocas películas consiguen transmitir sin exageración.

Simbolismo y metáforas visuales – El lenguaje oculto del filme

Parásito está lleno de símbolos que enriquecen su narrativa. El olor, por ejemplo, se convierte en un marcador de clase: los ricos lo perciben, aunque no siempre lo entienden, mientras que los pobres no pueden escapar de él. Es una forma sutil pero brutal de mostrar cómo incluso lo invisible puede dividirnos.

Las escaleras son omnipresentes: subir implica poder, bajar implica miseria. La luz también tiene un rol importante: la casa de los Park está bañada en claridad, mientras que la oscuridad invade el mundo subterráneo de los Kim. Todo en Parásito tiene un doble significado, lo que la convierte en una obra ideal para análisis y reflexión.

Contexto cultural – La realidad coreana reflejada en el cine

En Corea del Sur, existe una fuerte creencia en el mérito: si te esfuerzas, tendrás éxito. Parásito cuestiona esa creencia. ¿Es realmente posible subir en la escala social? ¿O el sistema está diseñado para mantener a las personas en su lugar?

Los Kim representan a una generación atrapada entre la promesa del progreso y la cruda realidad. Sus estrategias para sobrevivir no son solo ingeniosas: son necesarias. Eso conecta con jóvenes en todo el mundo, incluidos los de España o América Latina, que enfrentan problemas similares.

Opinión personal y recomendación – ¿Por qué deberías ver Parásito?

Parásito es una obra que respira con naturalidad, pero cada respiración está cargada de crítica, dolor y humanidad. No ofrece respuestas fáciles. Solo preguntas urgentes: ¿Quién se aprovecha de quién? ¿Y por qué?

Esta película no solo entretiene. Ilumina. Despierta. Provoca. Para el espectador español, no es solo una historia coreana, sino un reflejo de su propia sociedad desde otro ángulo.