El agente del Servicio Secreto Mike Banning (Gerard Butler) se somete a entrenamiento en las instalaciones militares privadas de Salient Global, propiedad de su amigo Wade Jennings (Danny Huston), un ex compañero de los Rangers del Ejército.
Allan Trumbull (Morgan Freeman), presidente de los Estados Unidos, recomienda a Mike Banning para el puesto de Director del Servicio Secreto, reemplazando al Director David Gentry (Lance Reddick). Sin embargo, Banning oculta que sufre de migrañas, insomnio y toma analgésicos para lidiar con el dolor de espalda crónico.
Mientras el presidente disfruta de un viaje de pesca privado, un enjambre de drones armados ataca su esquema de seguridad. Solo Banning sobrevive al ataque mortal y logra salvar al presidente. Ambos quedan incapacitados; mientras Banning se recupera, Trumbull queda en coma. La agente especial del FBI, Helen Thompson (Jada Pinkett Smith), presenta evidencia que incrimina a Banning como responsable del ataque, incluyendo rastros de su cabello y ADN en la camioneta usada para transportar los drones, lo que lleva a su arresto.
En camino al centro de detención, el transporte de Banning es emboscado. Tras matar a los atacantes, empleados de Salient Global, Banning escapa. Se da cuenta de que Jennings lo traicionó e incriminó en el intento de asesinato. Banning contacta a su esposa, Leah (Piper Perabo), para informarle que está vivo y que expondrá al verdadero culpable. Sin embargo, la llamada alerta a Thompson sobre su ubicación, lo que desencadena una persecución policial. A pesar de ello, Banning logra llegar a la cabaña de su padre en los bosques de Virginia Occidental.
Con Trumbull aún en coma, el vicepresidente Martin Kirby (Tim Blake Nelson) asume como presidente interino. En la cabaña, Banning y su padre Clay (Nick Nolte) observan a los hombres de Jennings acercarse. Clay detona explosivos alrededor del perímetro, eliminando a los atacantes mientras escapan juntos. Durante su huida, Banning revela a Clay que tiene esposa e hija. Clay luego salva a Leah y a su nieta de un intento de secuestro por los hombres de Jennings. Kirby, mientras tanto, acusa públicamente a Banning de conspirar con el gobierno ruso para el intento de asesinato.
Tras encontrar evidencia de los hombres de Jennings, Thompson comienza a sospechar que Banning fue incriminado. Cuando Trumbull despierta del coma, se revela que Kirby está confabulado con Jennings y planea un ataque contra Rusia. Thompson y un agente intentan confrontar a Jennings, pero ambos son asesinados.
Banning llega al hospital y se entrega, insistiendo en el peligro para el presidente. Trumbull ordena su liberación, y Banning lo saca del hospital con ayuda de Gentry y otros agentes leales. Jennings destruye la UCI del hospital causando una explosión masiva, pero Banning logra ocultar a Trumbull y Gentry mientras se enfrentan a los hombres de Jennings. Tras un intenso tiroteo, Banning explota un helicóptero con un lanzagranadas y finalmente enfrenta a Jennings en combate cuerpo a cuerpo, donde lo apuñala mortalmente.
Banning es exonerado, y Trumbull y Gentry arrestan a Kirby por traición gracias a la evidencia descubierta por Thompson. Clay decide vivir con Banning y su familia. A pesar de sentirse culpable por sus dolencias ocultas, Banning acepta con orgullo el ascenso a Director del Servicio Secreto ofrecido por Trumbull.